domingo, 25 de octubre de 2009

Ciclismo infantil, la tan necesaria “base” (Parte I).

(Tiempo estimado de lectura: 5´30´´ minutos)

El pasado 20 de Octubre el principal diario londinense The Daily Telegraph, publicaba una nota encabezada con el siguiente título: “Britain's love affair with cycling continues to grow” (La historia de amor de Gran Bretaña con el ciclismo sigue creciendo). Hace un poco más de tiempo, algo así como cuatro meses atrás, yo posteaba en este blog una nota titulada: “Cronos, el dios del tiempo”. En mi nota yo me permitía contrastar la exitosa realidad del ciclismo británico contra nuestra pobre y desprovista realidad, una realidad nacional donde la ausencia de resultados va de la mano de la ausencia de proyectos concretos y claros. En aquella nota, la base de mi análisis hacía foco en los aspectos relativos a la búsqueda de objetivos bien definidos en virtud de una adecuada planificación a largo plazo. Es posible y tal vez fácil que en algo todos estemos de acuerdo, los resultados o éxitos verdaderamente significativos no se consiguen de un día para el otro, muy por el contrario merecen tanto una adecuada como anticipada planificación así como una correcta utilización de los siempre escasos recursos.

Volviendo a la mencionada nota del diario inglés The Daily Telegraph, allí se escribe y mucho, del explosivo crecimiento del ciclismo inglés de los últimos tiempos. Esta explosión de “interés en el ciclismo” en Gran Bretaña no muestra señales de disminuir, al contrario, este crecimiento que se vio impulsado por los éxitos obtenidos en los dos últimos juegos olímpicos -principalmente en Beijing- aumenta cada día más. En los juegos olímpicos de Atenas el ciclismo británico consiguió dos medallas de oro y en cierta forma esto se vivió como una decepción, pero en busca de revertir esta escasa performance y preparar el camino hacia Londres 2012, los británicos ponen manos a la obra y desarrollan un plan de trabajo para alcanzar las 6 medallas de oro en Beijing. El plan de trabajo dio sus frutos, aunque en vez de ser 6 las medallas de oro obtenidas por los ciclistas británicos, en su lugar fueron 8 medallas de oro, 4 de plata y 2 de bronce. Dejando a Francia relegada a la segunda posición, con 2 oros, 3 de plata y 1 de bronce. En toda esta avalancha de medallas, “Sir” Chris Hoy fue la gran figura al ganar 3 medallas de oro en Beijing, posicionándolo como el gran héroe nacional así como el ícono del exitoso proyecto desarrollado por Dave Brailsford.

Basta ver algunas de las cifras que hoy reflejan la realidad del ciclismo británico. El gobierno en su momento financió al ciclismo con 3.5 millones de libras de dinero de la lotería durante los 4 años previos a Beijing. Actualmente y en vista de los resultados obtenidos en los pasados juegos olímpicos, aquella cifra de 3.5 millones, se ha elevado a 27 millones de libras (29.3 millones de euros) hasta el 2013. Ahora hay 11 velódromos en toda Gran Bretaña, con 5 más proyectados antes de 2013. Hay 49 pistas de BMX, así como más de una docena de circuitos permanentes y cerrados para uso exclusivo de ciclistas. El número de nuevas licencias crece a un ritmo de 20% en el último año, duplicándose desde el 2005 a la fecha. Se han formado 150 nuevos clubes ciclistas desde el 2005, llegando a la friolera de 1450 clubes ciclistas en la actualidad. En los últimos cuatro años el aumento de participantes en las competencias oficiales ha crecido un significativo 56%. Todas estas cifras no hacen más que reflejar una fuerte inversión oficial, es verdad, así como una respuesta masiva de la gente que comienza a ver el ciclismo como el gigante dormido que comienza a salir de su sueño. Pero por sobre todo se aprecia que de un comienzo mucho más primitivo y no tan sobrado de recursos, una vez consolidados los primeros resultados todo comienza a andar con mayor facilidad bajo el influjo de un efecto bola de nieve, donde la financiación comienza a llegar con más facilidad y los proyectos vinculados al ciclismo florecen por toda Gran Bretaña.

También es verdad que a partir de los sorprendentes éxitos del ciclismo británico, así como la aparición de figuras muy mediáticas como Chris Hoy, Victoria Pendleton o Mark Cavendish, el pueblo británico comenzó a prestar más atención al ciclismo y muchos más se aproximaron a su práctica, viviendo actualmente una verdadera explosión de este deporte. Pero es justo decir, que antes de esto tuvo que haber un principio en un proyecto germinal. Mucho antes del surgimiento de estas figuras se comenzó a trabajar casi desde la nada y desde una situación bastante sumergida, donde el ciclismo era la cenicienta del deporte inglés. Fue el trabajo bien focalizado fomentando el ciclismo desde la base, y la formación de ciclistas desde categorías infantiles lo que hoy da sus frutos en el deporte de esa nación. Tal es así que el slogan propio del proyecto británico es “More people more medals”. Bajo el entendido que cuantas más personas se adhieran a la práctica de ciclismo, más posibilidades tendrán de reclutar entre ellos a aquellos pocos talentos que sean capaces de algún día lograr medallas. Y viniendo a la realidad de nuestro país, la ecuación sería igualmente bien clara como extrapolable, cuanto más amplia la base de la pirámide más posibilidades de encontrar otro como Milton Wynants o tal vez como Federico Moreira. Esto es así de simple y sin mucha vuelta.

Atrás ha quedado en el tiempo la época cuando yo corría en novicios, allá por finales de los ochenta y bien iniciados los años noventa, vale decir y acoto, que en lo personal sin mayor trascendencia. En la ciudad de Mercedes se realizaban los campeonatos de novicios organizados por la Federación ciclista de Soriano, presidida en esos tiempos por el Sr. Néstor Frías. Eran tiempos de 120 o más ciclistas entre 13 y 18 años por domingo, que en el punto de largada de cada fecha del campeonato interdepartamental de novicios en ruta y pista desafiábamos al invierno. Aquella era la base de un ciclismo que con el tiempo dio grandes exponentes de Soriano como José Maneiro, Gustavo Figueredo, Raúl Sasso y otros tantos. Otros como Gregorio Bare se acercaban desde Colonia buscando la competitividad que daba un torneo bien organizado y con buen número de competidores. El Sr. Nestor Frías se retiró de aquella federación departamental y del ciclismo, y con este alejamiento sobrevino un tiempo dónde es justo decir que nadie hace mucho por atraer niños al ciclismo. Y esto se repite en casi todo el país, como ejemplo, si observamos los ciclistas en la categoría juniors en toda la república creo estar seguro que apenas superan las 30 licencias. O sea que en la actualidad ese es el escaso volumen de nuestra base, ya que la categoría juniors es la más significativa dentro del ciclismo infantil a la hora de evaluar la posibilidad cierta de cuantos ciclistas puedan ascender a categorías superiores o federadas. Con un número así sería muy difícil que de estos 30 y pocos ciclistas tengamos la suerte de encontrar un verdadero fenómeno para proyectar hacia un futuro, o por ejemplo llegar a constituir una cuarteta de nivel olímpico. Vale aclarar que el total de niños que integran el CODECAM, categoría que agrupa el total del ciclismo infantil en nuestro país, está en el entorno aproximado de los 220 competidores. La realidad hoy nos muestra que en nuestro país, se hace ciclista y compite el que verdaderamente lo lleva en la sangre o hereda la pasión por el ciclismo de algún familiar cercano. Pero no se arrima gente nueva, ya que como deporte no somos ni atractivos ni llamamos la atención de nadie. El ejemplo contrario se vive hoy día y para regocijo de los bikers en el MounTain Bike (MTB). Donde la buena organización el buen marketing y formas diferentes de hacer las cosas han arrimado gente nueva al MTB. Pero de esto, el ciclismo de ruta y pista no han aprendido nada y hasta me atrevo a decir que intentan no ver y menos aprender dónde verdaderamente está la clave.

En aquellos tiempos de novicio, el ciclismo estaba geográficamente más cercano para todos, cada domingo había 3 o 4 y hasta una media docena de competencias en varios puntos del país. Hoy se insiste con las famosas “fechas únicas”, curiosa fórmula, dónde el que vive en Rocha debe atravesar el país para competir en Salto. Maravillosa forma de fomentar el ciclismo, cuando precisamente lo que no sobran son recursos económicos. Es así, que hoy tanto una institución como una familia necesitan disponer del dinero suficiente para peregrinar por medio país en busca de una competencia, si es que quieren darles la tan necesaria continuidad a sus jóvenes ciclistas. Después pregonamos que el ciclismo en edades tempranas tan solo debe ser recreativo y como una forma de diversión, proclamando la necesidad de alejar a los niños de toda presión por conseguir el triunfo. Es imposible que los adultos responsables de esos niños, tanto sean padres como dirigentes, no trasladen cierta presión a los jóvenes después de haber conducido sus vehículos 500 km en busca de una dichosa competencia. En lo personal, soy un convencido de que las fechas únicas no contribuyen en nada al crecimiento del ciclismo como deporte. Si alguien tiene una idea contraria, lo invito a que nos ilustre al respecto, ya que doy fe que somos unas cuantas “cabecitas indoctas” que compartimos esta inquietud. Aunque está claro que en el ciclismo de nuestro país, hoy día muchas cosas son porque sí, y nadie se atreve ni a preguntar el porqué son así y mucho menos ponerlas en cuestión.

La misma fórmula de “fecha única” se está intentando implantar en las carreras de MTB, y es que de sabiondos y cabezas duras uno aprende con el asombro. Tal es así que ya son varios los bikers que se preguntan de quien fue la bendita idea de aceptar que la FCU se apodere de los destinos del MTB, siendo que la FCU nada hizo en su momento por fomentar el formidable crecimiento que hasta hoy mantiene esta disciplina. Claro, con un número tan atractivo de practicantes, es tentador que ahora la FCU se acerque a tirar el lazo y así obligar el pago de licencias. Aunque ya pasados al cobre, “clink caja” y a seguir durmiendo en un cajón, dónde muy pocos se acuerdan que esos felices contribuyentes también existen y merecen ser contemplados a la hora de participar en un panamericano o un mundial como dignos representantes del ciclismo nacional. Basta recordar como quedaron los bikers uruguayos, varados con las valijas prontas y sin viajar a Venezuela en el 2008. Y la FCU se lavó las manos.

Pero en fin, el tema aquí y hoy es otro. Intento ahondar en la problemática que afecta y refiere a las categorías menores del ciclismo nacional, ya que es notorio que cada día es menor el número de niños que practican ciclismo competitivo en Uruguay. Y es igualmente notoria, la ausencia de un programa sólido y bien diagramado que permita revertir esta situación. Hay ejemplos aislados que realmente merecen la pena ser señalados y aplaudidos, como la escuela de ciclismo que llevan adelante la gente de la Intendencia Municipal de Tacuarembó con la colaboración de los ciclistas Eleno Rodríguez y el Campeón Panamericano de ruta Richard Mascarañas. En el velódromo capitalino, también funcionó en su momento una escuela de ciclismo impulsada por el otrora crack Miguel Margalef, y pido disculpas si no menciono en esta nota, a los igualmente y valiosos apasionados que se esfuerzan prácticamente en solitario por impulsar el ciclismo menor en tal vez alguna otra parte del país. Pero todos estos esfuerzos, aunque cargados de muy buenas intenciones, pecan de las carencias propias de constituirse como proyectos aislados y no integrados en una política deportiva nacional impulsada y conducida por la federación nacional competente, o sea la FCU. Pero por sobre todo, estos escasos esfuerzos actuales solo permiten que el ciclismo sobreviva, pero ni por asomo posibilitan un verdadero despegue de nuestro deporte, en lo que a cantidad y calidad refiere.

En lo personal y por todo lo hasta ahora expresado, creo que este es un tema que merece profundizar aún más. Y sin lugar a dudas, dentro del ciclismo actual es el gran tema a resolver por muchas naciones del mundo que hoy enfrentan la misma problemática que nosotros. Quizá en este punto entonces no seamos una clara excepción, aunque no deberíamos quedar abandonados en la frase popular de “mal de mucho consuelo de tontos”. Por el camino de siempre, de ejercer el derecho a la crítica responsable y respetuosa pero desde el mismo modo aportar ideas, estaremos dedicando una o más notas a discutir estos temas. Seguramente en el rol de quien esto escribe y de quien desde ahí dedica unos minutos a leer estas notas, pueda surgir un intercambio de ideas y de esta sana discusión quizá aparezcan elementos de verdadero aporte.

El punto más importante que quedará por analizar entre otros aspectos y en otra nota por venir, refiere a él concepto que ahonda en la forma de “acercar los niños al ciclismo” o por el contrario el concepto que maneja la idea de “acercar el ciclismo a los niños”, lo cual en la contraposición induce como es natural en acciones muy dispares. O quizá ni una ni otra estrategia en forma absoluta, tal vez de un profundo análisis podamos asegurar que sea más oportuno proyectar acciones basadas en un “mix” de ambos conceptos actuando en sinergia.

Como decía aquel cuestionado personaje futbolístico de nuestro país hermano, el Bambino Veira: “la base está…!”. Quizá en algunas pocas naciones mejor organizadas esto sea así, y los resultados lo demuestran. En cambio, por acá ni eso.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Los ciclistas, nosotros, ese colectivo displicente.


(Tiempo estimado de lectura: 7´20´´minutos.)

Cédric Vasseur nació un 18 de Agosto de 1970, en la localidad de Haezebroucke, al norte de Francia. Debutó como profesional en 1994, en el Novemail-Histor. Vasseur es recordado como un ciclista modesto, de escasos 27 triunfos en su trayectoria profesional, dónde destacan sus dos etapas ganadas en el Tour de France. En el Tour del 97 ganó la 5ª etapa con final en La Châtre luego de una escapada en solitario, lo cual le valió vestir el maillot oro durante 5 gloriosos días. Sin lugar a dudas, su gran actuación. En la 10ª etapa de ese mismo tour, fue Jan Ullrich quien le arrebató su momento de gloria, un joven alemán de 23 años que vestiría el amarillo hasta la victoria final en París. Tuvieron que pasar 10 años para que pudiera repetir triunfo en el tour; en la 10ª etapa con final en Marseille, Vasseur se reencuentra con la gloria en suelo francés. Ese 2007, ya sería su último año como ciclista profesional.


Pero el respeto no siempre se gana con triunfos, de pronto la ética, la integridad como persona o la inteligencia, sean valores más elevados y ciertos a la hora de elegir un líder. Esto quedó demostrado el 19 de Octubre de 2007 en Como (Italia). Un día antes de la disputa del Giro di Lombardía que ganaría Damiano Cunego por segunda vez, Cédric Vasseur fue elegido por sus colegas como presidente de la Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA), relevando de este cargo al italiano Francesco Moser que ocupaba el cargo desde 1999. Al día siguiente de su nombramiento, Vasseur disputaba en Lombardía su última carrera como profesional, y de aquí en más, sería el responsable de representar la voz de los ciclistas profesionales agrupados en esta asociación. Cargo que ocupa hasta el día de hoy.


Es importante señalar algunos de los principales objetivos de la CPA, y por tanto las funciones de su presidente. Esta asociación creada en junio de 1999, en sustitución de la anterior AICPRO, es una entidad reconocida por la legislación Suiza y tiene por objetivo primario, la defensa y mejora de las condiciones de los ciclistas. Participar, con las mismas capacidades que AIOCC (Asociación Internacional de Organizadores de Competencias Ciclistas) y AIGCP (Asociación Internacional de Grupos Ciclistas Profesionales) en las obras y las decisiones adoptadas por la UCI. Contar con representantes permanentes en las comisiones principales de la UCI y el Consejo UCI Pro Tour (CUPT). También se ocupa de coordinar todas las acciones de las asociaciones nacionales de ciclistas y actuar como intermediario en problemas que van más allá de las fronteras nacionales. Divulgar una mejor imagen de los ciclistas en la lucha contra el dopaje. Es así que durante varios años, el 2% de todo el dinero de los premios se da como una contribución de los corredores a favor de la lucha contra el dopaje. Es bueno saber y señalar, que esta situación no existe en ningún otro deporte. Establecer una relación de trabajo fiable entre los ciclistas y sus empleadores y fijar los salarios mínimos, así como cobertura social relativa a los riesgos de su trabajo. Intentar mejorar la relación de los ciclistas con todas las demás partes implicadas en el ciclismo profesional. Pero la función de la CPA, no sólo es velar por los derechos de los ciclistas asociados, sino también, hacer conscientes de todas aquellas obligaciones a las cuales deben adherirse los individuos que forman parte de este colectivo.


En uno de sus comunicados, la CPA hace hincapié en que los principales objetivos han recibido la aprobación de la UCI, la cual ha tomado una decisión digna de elogio por su inclusión en sus normas y fomentando la mayoría de las iniciativas y propuestas de la CPA.


Yo recuerdo de siempre, de a veces, o de algunas oportunidades quizá, la figura de Federico Moreira como ciclista, representando al conjunto de sus pares. No sé si en un acto de refleja democracia o de caudilla presencia, poco importa, por lo ya pasado del tiempo. También a José Maneiro, a Nazario Pedreira y algún otro que quizá hoy huye de mi memoria, pero que por ahí también supo estar en estas funciones de líder gremial. Eran épocas de carreras en paro, de etapas que veían demorada su largada, de recorridos que eran modificados. Eran épocas de un pelotón con voz en alto, de enfrentar a la dirigencia de aquellos tiempos con la fuerza que otorga integrar un colectivo, el agruparse, el largar o no largar. El ser o no ser, el estar o no estar. El estar unidos y participar en las decisiones. El existir.


Yo no sé, quizá en aquellas épocas, el objetivo de los reclamos era lograr que se transite por rutas en buen estado y así preservar la integridad de los competidores y de los caros materiales de competición, así como pelear por viáticos dignos, o tal vez por premios impagos. Yo no sé si el fin de aquellas luchas hoy por suerte ya no se justifica. El país por suerte ha ido cambiando, la infraestructura vial ha mejorado notoriamente, y hoy por ahí es poco probable que una carrera encuentre un camino en mal estado. Otras necesidades, es justo reconocer que han sido superadas y en algunos casos, bien contempladas por la actual dirigencia. Sería bueno pensar, que por ahí las necesidades han mutado, que el mundo es otro y el escenario se presenta diferente. Que aquel espigado ciclista que antes encabezaba el paro, hoy está del otro lado del mostrador, y ahora es dirigente. Son otras las dificultades, otros los inconvenientes, y son otros los elementos que impiden un despegue de nuestro deporte. Pero no son obstáculos sólo puestos para nuestros directivos, son obstáculos que deberíamos enfrentar todos unidos. Repito, son obstáculos que limitan al ciclismo, y por tanto, debemos recordar que el ciclismo somos todos, señores. Sería bueno pensar, que si bien hoy los obstáculos son otros, la necesidad de integrarnos, ser participativos y luchar, sigue tan vigente cómo entonces. Pero no necesariamente desde la confrontación, como antiguamente se hacía. Personalmente opino, que un mejor camino es sí, desde la participación y la colaboración en el delineado de las estrategias a seguir. El ciclista debe estar representado en las comisiones principales de la FCU, y participar activamente en las decisiones que allí se toman.


Ahora, vienen a mí mente, varias y diferentes preguntas en relación a estos temas. Que piensan en estos tiempos los ciclistas de nuestro país?. Dónde están sus voces?. Dónde opinan?. De qué forma lo hacen?. Como muestra, este humilde sitio. Son bastantes los que me cruzan en la carretera y me comentan leer estas y otras notas, son otros tantos que me escriben a mi mail personal y me hacen idénticas o disímiles apreciaciones. Otros, algunos: se quejan, lamentan, maldicen en virtud de las realidades que ellos perciben. No están de acuerdo con lo que sucede actualmente en el ciclismo de nuestro país, y ni tan sólo intentan ver algo de luz, aún si con esfuerzo, le intentas hacer notar que algunos aspectos quizá han mejorado. Son otros, prefiero reservarme si muchos o pocos, que dicen leer en mis palabras el fiel reflejo de sus pensamientos. En cambio son pocos, sí muy pocos, los que hablan, escriben o estampan firma con galante nombre y apellido, ante el hecho de coincidir o disentir pensamiento. Pero al menos esos pocos, valientemente se atreven a hacer notar que existen y hacer saber lo que piensan. Y como si fuese poco, muchos de ellos preocupados por nuestros destinos, ni siquiera son ciclistas uruguayos. Más allá de las pródigas y hasta abundantes palmadas de espaldas que recibo, -que aclaro, ninguna fue de José Saramago- sólo encuentro un profundo silencio y aún más hondo desinterés. Al parecer, se ensaya un modo más actual de participación; es más rentable como efectiva la queja silenciosa como el oportuno gemido ante el que embiste.


La explicación que muchos encuentran, es que no son “alguien” en el ciclismo como para poder hablar u opinar. Lamento patear la olla de sopa de ajo y plantarme en un pensamiento diferente al de estas personas; al menos yo, no por escaso ciclista abundante estúpido, inculto o aún mayor cobarde. Las diferencias entre estos conceptos, son notorias y las resalto, y aclaro que dónde sí encontramos idéntico valor, es a la hora de contribuir con el dinero que cubre el valor de las licencias. Ahí sí, la FCU nos reserva una instancia participativa y nos encuentra un valor como colectivo, tan útil como oportuno. De un tiempo a esta parte, también han hecho saber de esto a nuestros hermanos del MTB, que ahora también son “alguien”. A pagar licencia se ha dicho, queridos bikers. Como deber ser, por otra parte, aunque en otra nota ya hablaremos de este tema. Por ahí, alguien más, aún continúe pensando que no somos “alguien” como para opinar. Y prefiera seguir escondido, tanto en su displicente silencio como en su respetable pensamiento.


No es la altura que prodiga un podio, la que profiere al crack una posición encumbrada y una visión tan magnífica como panorámica. El crack no siempre ve, y si ve muchas veces calla por preservar su “statu quo”, o quizá mejor dicho, cuidar los alambres de su chacrita. Cuando digo “crack”, no me ajusto al término, al referirme a los que supieron cosechar éxitos deportivos, pero también a aquellos que a su manera y tiempo, alcanzaron cierta gloria, ya sea en el poder que otorga un micrófono, una pluma, una cámara o un puesto de dirigente o entrenador. Son aquellos cracks que fueron parte de una historia, que las pasaron, las vieron y siguieron sin dejar herencia. Hoy peinando canas y al borde de la ruta, los escuchamos decir que ya nada es lo mismo, que mejor era antes. Yo pregunto: cuanto hicieron en su tiempo, por sembrar idea por un futuro mejor?. Hoy mismo la rueda nos deja en el mismo punto, los crack de hoy, los no tan crack y los simples mortales con idéntico derecho, callan y otorgan. Mientras tanto, ya a punto de dar los últimos golpes de pedal de sus vidas deportivas, se aprestan bien dispuestos, para dentro de unos años ser los “veteranos quejosos” que dirán; “ya nada es lo mismo, mejor era antes..”. Yo les pregunto, cuanto hicieron en su momento, o sea hoy, para que esto cambie. Callar y otorgar. Porque de acariciadores y ladinos el trayecto se encuentra florecido, yo prefiero ser espina orillera que al descalzo y dormido devuelve a su camino.


Como ciclistas, podemos continuar con la actitud inmadura de pensar que todo nos ha de ser dado, construido y desarrollado por y para nosotros. Los ciclistas tendemos a comportarnos como niños de menuda edad, naturalmente habituados a depender de la imagen paternal de nuestros progenitores, para todo aquello que no sea respirar. Hoy quizá comenzaremos el día pensando que es el Estado que tiene que mover un dedo e invertir en el ciclismo, como si del Estado no dependieran aspectos más trascendentes y/o comunes al resto de la población, que invertir en unos pocos locos que se nos da por dar pedal. Otro día madrugaremos pensando que la culpa absoluta es de la Federación Ciclista y en su nombre el que esté de turno como directivo, en este caso Moreira, como si sólo y absolutamente de él dependiera el mal o bienestar del nuestro deporte. Otro día apuntaremos la mira infrarroja a las cabezas profanas que dirigen las empresas, y que en su ignorancia según nosotros, no ven al ciclismo como la panacea de la publicidad. Considero que, tanto a la federación, al Estado y por ahí a las empresas les cabe una gran parte de la responsabilidad, y en ese orden. Pero a nosotros, el grupo que formamos los ciclistas, también nos señala el dedo acusador de la responsabilidad. Integrarnos como parte asociada al grupo que comanda los destinos, es de orden, oportuno y urgente.


Hacer oír nuestra voz, reitero, no ha de ser solo patrimonio de quien en su condición de crack, retiene en momentos efímeros el gran porcentaje de las miradas. Créanme, que no solo el crack ve lejos por estar subido al podio. La visión e inteligencia es producto de otros parámetros más ajenos y oportunos que el triunfo, depende quizá no tanto de una materia gris capacitada, pero sí bien dispuesta y auto-dirigida. Yo no puedo quedarme pensando si a la actual directiva de la FCU se le antoja, se le ocurre, le da la cabeza, le da la gana o conveniencia, la cintura política, la imaginación y el saber hacer. No puedo quedarme pensando: ”… es lo que hay valor” y no sé si algún día se verá la luz. Es verdad que se avanza, como no, sería tonto no admitirlo. Pero reconozcamos, que el parámetro casi exacto de atraso se aproxima a 30 años, y puedo argumentar esto a quien me lo pida. Nuestro ciclismo está atrasado, al menos 30 años con respecto a las potencias mundiales. Y al ritmo que se avanza no será posible achicar la brecha ni en otros 30 años más. Por eso insisto, el cambio para que sea válido y merezca el aplauso, ha de ser radical y contundente. Basta de remiendos, basta de lavados de caras. No se apunta a ninguna parte, no hay un proyecto integral ni un rumbo que todos conozcamos. Brasil, Colombia, Argentina ya cuentan con un ciclo olímpico proyectado, al menos. De estas tres naciones, si bien Colombia se mueve en el eje de un proyecto más amplio como ambicioso, en su lugar Brasil y Argentina desarrollan un plan a escala más conservadora, pero al menos todos las partes cuando al menos no participaron, por lo menos conocen la existencia, el alcance y objetivo del proyecto. Mientras, acá nadamos en las ausencias y carencias. Mientras acá, los ciclistas sólo nos ocupamos de señalar a “los de arriba” como los que deberían hacer, un algo, que nunca nadie me sabe decir a ciencia cierta que es.


Mientras, en el viejo continente, el ciclismo se esfuerza por esquivar las crisis tanto económicas como institucionales. Y en ese ciclismo, la unidad es el ciclista. Un ciclista que se esfuerza no sólo por entrenar día tras día, con la más absoluta dureza, por avanzar en el método y la técnica, y por estar a la altura de lo que cotiza. Ese mismo ciclista, también sabe, que su valor no es sólo la calidad de su golpe de pedal, su valor superior es quizá la magnitud de su imagen. Sabedores de esto, algunos ciclistas se esfuerzan por aprender y hablar varios idiomas, por preparar con especial cuidado sus conferencias de prensa y por integrarse de la forma más conveniente e inteligente, en la dinámica que exige un gran espectáculo. Hacia ahí debemos apuntar los ciclistas uruguayos, ese es el horizonte. El mismo esfuerzo, interés, o recursos intelectuales que el ciclista uruguayo invierte en mantenerse vigente y actualizado, tanto en los materiales, vestimenta, ayudas ergogénicas o suplementos nutricionales, debería destinarse en profundizar en el aprendizaje de recursos relativos a mejorar la imagen del ciclista frente a los medios y en particular en forma directa ante la comunidad. Es necesario hacer un “mea culpa”, tal vez, y preguntarse cuántos ciclistas son conscientes que venden imagen y por tanto han de actuar y mostrar un comportamiento en virtud de ello. Cuantos son los equipos que preparan a sus ciclistas no sólo como deportistas, sino como agentes de promoción de marca?. Es muy común, ver ciclistas que no perdonan en la línea de meta, pero fallan a la hora del micrófono o de la cámara.


Después de haber analizado el valor del “ciclismo” como marca, el papel de la televisión como gran motor de un espectáculo de éxito o de fracaso, y las potencialidades de un equipo ciclista como recurso publicitario, hoy en esta nota, nos hemos ocupado de hacer un análisis de la situación en la cual se encuentra el ciclista uruguayo, como miembro activo o tal vez un invitado de piedra, sin voz ni voto. Si bien es verdad que el ciclismo uruguayo está en marcha, es hora de que nosotros participemos en forma activa de este movimiento colaborando con nuestro ánimo, apoyo y empuje. Si en cambio consideramos, que la velocidad, la dirección, o el destino no son los correctos, quizá bien, sea hora de intentar con nuestra integración reunir idea para ayudar a mostrar otro camino. Tal vez sea hora de agruparnos en una asociación de ciclistas nacionales bien constituida y sólida, como primer paso, y como forma de buscar el camino de la unión y los consensos. Reitero, el destino no ha ser la confrontación ni la resistencia, prefiero ubicarme aunque dueño de una visión bastante crítica, en la postura de la colaboración, integración y los esfuerzos compartidos. Pues, al fin y al cabo, al ciclismo lo hacemos todos, como antes dije y bien sabemos.


Mientras digo lo anterior, una idea queda en mi cabeza. El ciclista: la unidad, el fin, la causa. En conjunto, hoy, un colectivo displicente. El que calla, otorga.

lunes, 31 de agosto de 2009

El rol de los equipos, un recurso publicitario mínimamente aprovechado.


(Tiempo estimado de lectura: 7´minutos.)

En estos días, la Unión Ciclista Internacional (UCI) le ha otorgado un cupo a la Federación Ciclista Uruguaya (FCU), y con ello Uruguay estaría posibilitado de participar con un competidor en la prueba de ruta del próximo mundial de ciclismo. La participación del ciclista celeste será el próximo 26 de setiembre, en Mendrisio “il magnifico borgo” -la ciudad magnífica, según los italianos-, ubicada al sur de Suiza y muy cercana al Lago de Lugano. Casi de inmediato y tan solo unos días después, la FCU ha hecho pública la designación del ciclista Fabricio Ferrari para ocupar este cupo y concurrir a representarnos en dicho evento mundialista. Esta nominación ha recaído en él, con buen criterio, dado lo relevante de las actuaciones de nuestro compatriota en el viejo continente. Ferrari ha cosechado varios triunfos en lo que va del año y muchísimos más puestos de destaque, siendo uno de los líderes del potente equipo Caja Rural de Navarra. Vale decir que este equipo es uno de los más laureados como combativos del pelotón aficionado español.

En esta nota hay un aspecto que me interesa señalar, y en parte hace a la historia del equipo Caja Rural de Navarra. El equipo pertenece al Club Ciclista Burunda, uno de los clubes más activos de Navarra, y tanto la estructura Elite como Sub-23 son patrocinadas por la Caja Rural de Navarra. Dicha historia comienza en la década de los ochenta, concretamente en el año 1983, bajo la denominación de Saltoki y con el objetivo de dar continuidad a los ciclistas del club y posibilitarles así el salto a profesionales. El Club Ciclista Burunda, fundado el 4 de Mayo de 1978, es pilar fundamental del actual equipo Caja Rural contando desde un principio hasta nuestros días con una gran escuela de ciclismo. Siendo la actividad formativa, el concepto del cual nunca se han apartado y la verdadera cantera de esta formación. También es justo decir, que en la actualidad esta estructura es una de las que más ciclistas ha aportado al pelotón profesional: Santi Crespo, Iker Flores, Egoi Martínez, Igor Flores, Patxi Vila, Gorka Verdugo, Jorge Azanza, a título de ejemplo. Esto demuestra el trabajo bien hecho por esta organización, que encuentra en Navarra, una comarca con gran afición al ciclismo. Del mismo modo nos permite aventurar una prometedora esperanza en el futuro de Fabricio Ferrari, que seguramente encontrará el año próximo, el tan merecido salto a un equipo profesional.

El aspecto que deseo señalar, es que Club Ciclista Burunda se denomina de acuerdo a sus patrocinadores de turno. Siendo así, se les conoce como “Katealde-Razesa” en tres de sus categorías menores: Pricipiantes, Alevines e Infantiles. En categorías cadetes la denominación con que deciden hacerse conocer es “Citroen-San Miguel”. Y como ya hemos dicho, tanto en categoría Elite como Sub-23 la denominación conocida es “Caja Rural de Navarra”. Vale decir que si bien el patrocinador es el mismo, la estructura en nada tiene que ver con aquel antiguo y potente equipo profesional Caja Rural, que brilló desde 1987 al 89, en que se transformó en Paternina, para luego transformarse en Artiach hasta su desaparición en 1995. En cambio sí, la organización del Club Ciclista Burunda en su momento guardaba relación con el equipo Kaiku, de categoría profesional continental. Dicho equipo fue formado en el 2005 sobre la base del Caja Rural aficionado, y permaneció en el pelotón profesional durante dos temporadas hasta finales del 2006.

En notas anteriores hemos analizado el rol de los medios en el desarrollo de este deporte, y más precisamente hemos puesto el ojo sobre el supuesto alcance de la televisión, y en cuanto estaría incidiendo un mejor producto televisivo a la hora de apuntar a un desarrollo del ciclismo. Es mi afán, ir analizando en su justa medida, uno a uno los aspectos que hacen a la globalidad de nuestro ciclismo. Hoy deseo focalizar mi análisis en el rol de los equipos, vistos como estructuras deportivas capaces de integrarse e interactuar en un proyecto colectivo, pero conservando sí, la individualidad que a mi juicio es absolutamente necesaria. El eje de mi análisis apunta a observar al equipo ciclista como unidad de promoción por excelencia, al tiempo que su condición bien entendida, lo hace solvente sino rentable.

Hace también tan solo escasos días, otra noticia se relaciona con el tema que intento desarrollar; se anuncia que un par de instituciones se suman a la FCU. Se trata de Salto Nuevo Club y Club Ciclista Rocha Athletic. Es una excelente noticia y ayuda a pensar en un avance. Pero no obstante esto, yo voy por otro camino de pensamiento y me pregunto. No será hora de ir pensando en qué medida un equipo ciclista es capaz de ser un buen soporte publicitario, cuando en realidad pone más atención en representar los intereses de una supuesta parcialidad (?), en lugar de representar sin demoras y con la más absoluta contundencia los intereses de las marcas patrocinadoras. Y no pretendo señalar el caso de estas dos nuevas instituciones que recién se suman al pelotón criollo por tanto recién comienzan a transitar un camino, aunque podría, ya que podrían haber sido concebidas desde un principio, con otra visión comercial. Mejor aún, prefiero invitar a la reflexión a los directivos de las instituciones más señeras y consolidadas de nuestro país. Pues, hasta que no abandonemos procesos mentales que nos atan ridículamente a una historia ya inexistente y nos ajustemos a una realidad mundial, seguiremos en el mismo punto y en la misma queja.

Llevo 20 años vinculado en forma activa y en mayor o menor medida a este deporte, y más o menos 25 años prestando atención al ciclismo. Créanme, que en todos estos años me he cruzado con simpatizantes, hinchas o aficionados a clubes deportivos relacionados al fútbol sí, al básquet también y por ahí hasta alguno del rugby, pero nunca a nadie que me diga soy hincha de tal o cual club ciclista. Dejo afuera de esta apreciación a Nacional y Peñarol –en ese orden- los cuales cuando formaron parte del pelotón ciclista, arrastraron y es justo decirlo, a algún aficionado al fútbol que se arrimó al ciclismo y a la orilla del camino, agitando alguna bandera. Sepan disculparme si no los he visto o no los he sabido ver, y si los he visto los he confundido con algún oportuno familiar o amigo que hizo, de paso, fuerza por algún equipo. Pero la parcialidad o hinchada en el ciclismo uruguayo no existe o de existir creo que es prácticamente insignificante e intrascendente. Y es más, de existir, dudo de que sea necesaria.

El Club Ciclista Burunda, como antes señalaba, se fundó en 1978 apoyado por 223 socios en su primer año. Hoy, 31 años después de aquella fecha, cuenta con sólo 306 socios activos. No es un número despreciable, considerando que algún dinero aportan a la institución; sumado a que puestos todos juntos y formando un lindo grupo harían un gran ruido y una mayor ovación. Pero en un presupuesto que se maneja en el entorno de los 200 mil euros, el dinero aportado por la masa social es apenas mínimo, y créanme que no es la venta de tortas fritas lo que los lleva a esta cifra final. Cierta cuota de honestidad intelectual, aproxima a una estructura de este tipo a realidades comerciales imperantes. Nadie pone dinero en un equipo que presta mayor atención, en cumplir con añejos y románticos principios fundacionales, en lugar de posicionar una marca en forma íntima con el triunfo. Una vez ocurrido este triunfo, el titular reza: “Fabricio Ferrari, del Caja Rural de Navarra gano tal competencia”. Y les puedo asegurar, que al día siguiente, no habrá ningún socio del Club Ciclista Burunda con cara de reclamo porque no han nombrado el club de sus amores, el cual ha decidido apoyar por años, quizá. Que es más importante, el nombre del club ciclista o el nombre de la empresa que decide invertir en ciclismo?. Una vez más invito a la reflexión, esta vez a los directivos de las instituciones. Señores que en algunos casos ni siquiera tengo el gusto de conocer, pero me consta de los grandes esfuerzos que invierten en armar una temporada. Es hora de actualizarse, de dar un paso adelante, de abandonar viejos esquemas, de pensar que se puede. Si no encuentran la forma o no saben cómo, pidan asesoramiento. Seamos profesionales y serios, y como lo he dicho antes, vendamos ciclismo, vendamos credibilidad, comencemos por hacer las cosas bien en lo que está a nuestro alcance. Los directivos de los equipos tienen en sus manos, un recurso promocional de gran valor, dado el gran impacto que genera una formación cuando representa una firma comercial. Esa es la dirección en la que debemos marchar, ya no más Club Ciclista tal, o Unión Ciclista tal otra. Si una determinada empresa es quién financia determinada formación, mi equipo toma la denominación que esa firma desea promocionar y bajo el formato promocional que identifique a dicha marca, léase esto como logos, colores institucionales, valores, etc.; abandonando los colores que antiguamente identificaban al club, como es obvio. Esto eliminaría de una buena vez, la tan bochornosa imagen del ciclista o directivo del “Club Ciclista tal o cual” -que enfrentado ante un micrófono y una cámara, y luego de haber enviado saludos a toda su parentela- procede a leer de una lista de papel, un tropel de anunciantes al vuelo. Eso no es digno señores, eso debería ser desterrado del contexto de nuestro deporte, esa es una foto que ya debería haber caducado hace rato, dando paso a una era más evolucionada, inteligente y acorde a los tiempos del ciclismo actual.

El Caja Rural no es la excepción, en España como en toda Europa sobran los ejemplos. El Lizarte es un equipo del Club Ciclista Galibier; el Azysa-Conor-WRC pertenece al Club Ciclista Adi, y nadie se acuerda de esto y a muy pocos les importa. Las instituciones de Brasil ya han dado este paso, el ciclismo Chileno también. Argentina, increíblemente ha tenido, idas y vueltas en este aspecto, pero el concepto se maneja. México, Costa Rica, Venezuela, Colombia, Bolivia son otro tanto de países de América, que entienden el ciclismo de esta forma al ver los beneficios que esto trae.

Fantaseando con un futuro de mejores audiencias, nuevos patrocinadores estarían destinando parte de sus recursos a invertir en publicidad en el ciclismo. Llegado ese momento, las instituciones han de estar preparadas para un escenario de esta naturaleza, mientras tanto deben actualizarse y generar una nueva dinámica comercial. Los directivos han de tener la doctrina de hombres de negocios, y no de recaudadores de colaboración. Los proyectos que pretendan captar nuevos patrocinios han de incluir presentaciones impecables en su aspecto y forma, con objetivos claros y realistas, y propuestas económicas concretas pero flexibles y direccionadas a encontrar de la inversión el mayor retorno publicitario. Insisto, de alcanzar el ciclismo nacional una mayor audiencia y un ámbito económico más claro, sería posible vender el ciclismo como un medio sumamente rentable como vehículo publicitario. Como ejemplo cito un caso; el Euskaltel-Euskadi en el 2008 contó con un presupuesto de 6.8 millones de euros, y tuvo al final de esa temporada un retorno publicitario calculado en 78.5 millones de euros, una ecuación más que favorable. Esto es un ejemplo de que generado un conjunto de condiciones, y desarrollados determinados aspectos que hacen a este negocio, es posible acercar patrocinadores atraídos por publicidad barata, en función del significativo retorno conseguido.

En busca de soluciones, diré lo siguiente. En nuestro país hoy las cifras son otras, claro está. Esto es por un tema tan simple como de proporción económica, así como el nivel de subdesarrollo de nuestro deporte, el cual es evidente. Pero sé de buena fuente, que igualmente las cifras no son en nada despreciables; y mucho cuesta conseguirlas, por cierto. En algunos casos y siendo equipos promedio, cuentan con presupuestos en el entorno a los 50 mil dólares. Han de haber equipos que manejan cifras mayores y otros que no se encuentran ni con el 10% de esta cifra. Paso a dejar un ejemplo práctico y a manera de plan de acción, para aquellos que me solicitan ser constructivo en mis apreciaciones. Ahora bien, establecido el presupuesto tentativo para la temporada, serán puestas las energías en encontrar aquellos patrocinadores que cubran el mismo. Aquella empresa, u organismo público o privado, que aporte claramente más del 75% u 80% del presupuesto, será quien otorgue la denominación al equipo. En el caso de porcentajes más cotejados, como un patrocinador que aporte un 50% y otro un 30%, el equipo compartiría denominación respetando prioridad de acuerdo a los porcentajes, como Silence-Lotto o Garmin-Slipstream. Pudiendo llegar a un máximo de tres patrocinadores en la denominación; y esto no por reglamento, sino a mi criterio ante el riezgo de caer en un mamarracho, con equipos que son un listado interminable de marcas. Ante el caso de un equipo con una sumatoria de muchos sponsors de pequeña inversión, el equipo ha de tomar el nombre de uno o dos sponsors relevantes en el presupuesto, los cuales han de ser tentados a aumentar la inversión y así despegarse del resto, para acceder de esta forma a tal privilegio. El resto de los sponsors menores, quedan como hasta ahora destinados a solo figurar en el maillot, pero no así en la denominación del equipo.

Es cierto que VTV está dando una mano a un cierto grupo de equipos, y que es importante destacar esta acción hermanada con las políticas federativas. Mucho he criticado algunas inacciones de VTV, pero justo es destacar lo que solidariamente ha emprendido sin tener un claro motivo. Pero zapatero a tus zapatos, es de la televisión el negocio que lo ocupa con sus auspiciantes y no el de subvencionar equipos que no encuentran el espacio de auto-gestión. Como ayuda para salir del pozo, lo comparto. Pero en su lugar, los equipos ciclistas sólo deben exigir a la TV un producto televisivo excelente y de gran audiencia, en lugar de pedirle dinero o que reparta la torta. Un buen producto televisivo, ha de ser suficiente apoyo para que una institución deportiva pueda encontrar quien desee invertir en un equipo ciclista que se muestra en una vidriera de gran impacto. Este párrafo a manera de bosquejo, en relación a un tema que da para mucho más y que será expuesto en otra nota con un detallado análisis en profundidad, un aspecto que habla de la interacción entre los equipos y los medios.
Si queremos que el ciclismo cambie, debemos estar dispuestos a cambiar todos. La FCU ha de marcar el rumbo, pero mientras ese rumbo no sea diagramado en un proyecto que debería ser ambicioso, integrador y claro para todos; a cada una de las partes nos toca ir adelantando tareas. Hace unos días mencionaba a la TV. Hoy, quizá sea tiempo de ir pensando, que es a los equipos a quien les toca mover sus fichas. Estructuras más organizadas, profesionalizadas en su gestión se hacen necesarias para alcanzar ratios económicos superiores y a partir de ahí mejores resultados deportivos. No debemos olvidar por tanto, que aunque ciclistas, desde el momento que alguien invierte dinero en nuestro equipo nos convertimos en vendedores de imagen. Y en esto ya no podemos improvisar, debiendo ser absolutamente profesionales, dado el nivel de compromiso que nos cabe y que tendremos por delante.

martes, 18 de agosto de 2009

Televisión, la punta de la madeja.

(Tiempo estimado de lectura: 7´30´´minutos)
En nota anterior, repasaba la influencia de la prensa en la reformulación del ciclismo y en el crecimiento de este deporte a comienzos del siglo XX y hasta nuestros días. Fue interesante ver, como algunos periódicos europeos, se podría decir que “inventaron ciclismo”, para generar noticias como hecho causal. Y una vez generado el espectáculo, vendieron más, pasando de ser periódicos semanales a prensa de tiraje diario. Y de esta forma, crecieron ambos, prensa y ciclismo.

Hoy, los diarios L´equipe o la Gazzetta dello Sport siguen aumentando sus tiradas en tiempos de ciclismo. Sin embargo es la televisión, la gran vedette y motor de estas justas deportivas. Se acaban de publicar las cifras de audiencia alcanzadas por el Tour de France en la edición recientemente concluida, y con el retorno de Lance Armstrong se registraron niveles de audiencia record en el mundo entero. A manera de ejemplo, en España la etapa del Tour de France menos vista, fue la 2da con sólo 675 mil espectadores y la más vista la etapa 15 con final en Verbier, con 1.356.000 espectadores. Cinco etapas tuvieron una audiencia por encima del millón de espectadores. Vale recordar, que un informativo central en España como Telediario 1 de TVE tiene 6 puntos de rating promedio, lo cual dice que es visto por 1.2 millones de espectadores y el Telediario 2 por 1.6 millones, llegando en algunos casos a 2.5 de los casi 47 millones de habitantes que tiene España. La Vuelta a España no se queda atrás en los niveles de audiencia, y a pesar que ellos dicen estar viviendo desde hace unos años un gran crisis del ciclismo, la etapa del Angliru de la Vuelta a España 2008 alcanzó de promedio los 2.5 millones de espectadores con picos por encima de 3 millones, mientras el partido de fútbol Barcelona-Racing solo alcanzaba ese fin de semana 1.7 millones de espectadores, y la F1 tampoco alcanzaba las cifras del ciclismo. El promedio de audiencia de las 21 etapas se mantuvo muy próximo al millón de espectadores diarios. Esto nos muestra que el ciclismo, en algunos países de Europa, no está tan lejos de los niveles de audiencia de las principales propuestas de la televisión, como lo son a manera de ejemplo, los noticieros o el fútbol.

En Uruguay, el informativo líder en audiencia viene siendo en casi todas las mediciones, Subrayado de Canal 10, con un promedio de 10 puntos de rating, lo que arroja una cifra de 120.000 mil espectadores. Al mismo tiempo, el resumen de una etapa de Rutas de América o Vuelta Ciclista del Uruguay, marca un rating entre 1 y 1.5 puntos de rating, según IBOPE. Esto nos dice que nuestro ciclismo es visto por televisión, por entre 12.000 y 18.000 escasos espectadores. Sé que los números hay veces que son tediosos, pero no encuentro una forma mejor de evidenciar una triste realidad. En 47 millones de habitantes que tiene España, 1 millón de personas es poco más del 2% de la población. En Uruguay, el 2% de 3.4 millones de habitantes sería un promedio de 70.000 espectadores. O sea que en Uruguay el ciclismo con poco más de un punto de rating, no existe. Con números así, para muchos posibles auspiciantes no les resulta atractivo invertir en nuestro deporte. La meta entonces, se impone al menos en más de 5 puntos de rating, pues si se hacen las cosas bien, es posible alcanzarlos. Considerado el anterior análisis cuantitativo, vean entonces, si tendremos comparativamente margen de desarrollo. Crecer es posible, ahora ya hemos visto “cuanto” es posible hacerlo.
A continuación les mostraré “dónde”, a mi juicio, está la principal falla de este negocio. Una vez analizado esto, continuaré la nota exponiendo a vuestro criterio, tres conceptos básicos por dónde comenzar a encaminar una estrategia de cambio.

En un ciclismo unido por contrato, hermanados a la televisión como en este caso estamos con VTV, debería ser más fácil interpretar cual es el camino y en que estamos fallando. La punta de la madeja de este negocio es la televisión, y de ella dependemos para hacer crecer al ciclismo nacional. En el mundo en que vivimos, la televisión es el medio promocional por excelencia, al considerar que es un medio masivo e impactante. Por qué, es tan difícil entender que de un buen producto televisivo dependemos todos?. Cuál es la razón, por la que todos los canales de nuestro país que se han dispuesto a televisar nuestro ciclismo, han generado programas tan malos, durante tantos años?. El resultado ha sido y es, lamentablemente pésimo. Los periodistas de ciclismo de siempre, como también sucede en otros deportes, han sabido pegar duro a los deportistas nacionales cuando las cosas no han salido bien. Es moneda corriente para un periodista deportivo decir que la selección nacional de fútbol jugó pésimo, o que tal o cual jugador, jugó un partido espantoso. El ciclismo no ha estado ajeno a este tipo de críticas, se ha tratado al ciclista uruguayo de holgazán, poco profesional y un largo etc. Juicios, que por otra parte, el ciclista uruguayo ha tenido y ha sabido aceptar calladamente. Pero a los medios que han dado cobertura al ciclismo nunca nadie les ha criticado su trabajo, es un tema prohibido. Si vas contra ellos, “después no te nombran”, es el comentario dentro del pelotón. Se dice en voz baja, pero nunca de frente. Deberíamos darnos cuenta que una crítica a tiempo y con respeto, puede, en lugar de generar sólo antipatías en la mente de algún necio, contribuir al desarrollo de este deporte en forma más que significativa, quizá. Aumentando, y este es el gran punto, las ganancias para todos.
Daniel Bilalian, director del área de deportes de France Télévisions, explicaba hace unos días en una nota concedida a AFP, que “los medios técnicos han mejorado, siendo que el ciclismo es un deporte tan difícil de filmar porque se filmaba de costado, y que hoy día las cámaras tienen nuevos objetivos que les permiten filmar a los corredores de frente”. Yo creo que este señor Bilalian nunca vio ciclismo uruguayo por TV, serían tantos los horrores a corregir que no alcanza con cámaras con objetivos de última generación. Aún hoy, aquí en nuestro país, se siguen intentando ofrecer un producto televisivo arcaico, demodé.

Pero esto no es algo nuevo, reitero. Desde siempre, la televisión de nuestro país, cuando de ciclismo se trata, ha intentado la misma fórmula año tras año y todos sin mayor trascendencia. Lamentablemente, nunca hemos visto un verdadero despegue, nunca un rumbo nuevo. Pues los cambios no han sido sustanciales, sólo han resultado y en el mejor de los casos, en un somero lavado de cara, como si de un producto consolidado estuviésemos hablando. La verdad, es que ciclismo nunca ha sido un producto televisivo consolidado, por ello no debemos pensar en otra cosa que no sea crecer. Desde siempre se ha jugado a hacer un recorto y pego, a seguir el camino fácil, el de menos demanda de neuronas. Con un relato televisivo similar al producto tradicional radial, que sin duda refleja el aspecto más folklórico de nuestro ciclismo. Eso es un recorto y pego, recorto de la radio y pego en la televisión, y no me la complico. Así, seguiremos eternamente igual. Las nuevas generaciones son un público muy difícil de captar de esta forma, es una audiencia que demanda un producto televisivo más actualizado, joven, profesional y más dinámico. No se puede seguir haciendo ciclismo para mis tíos o un reducido grupo de veteranos que reclaman un trozo de historia. Y no lo digo porque este grupo de gente no se merezca un producto a su medida, sino porque son muy pocos, y lamentablemente este mercado se nos achica año tras año. Los perdurables relatores del ciclismo son como una cofradía impenetrable y eterna, son los sabiondos que padecemos, las caras de siempre y absolutamente desactualizados. Los enamorados de este deporte no tenemos opción, y recurrimos a la televisión nacional a regañadientes tan solo para inventarnos, poniendo mute, nuestro propio relato y así enterarnos de los resultados o seguir la performance de algún amigo, familiar o conocido. Pero esto no ha de ser así, esto amenaza con agotar todas las posibilidades de crecimiento, ya que esta es la fórmula que ha demostrado ser ineficiente para captar audiencias masivas, año tras año.

Seguimos viendo premiaciones con podios deslucidos y poco atrayentes, en cuanto debería ser el momento protocolar estelar y de mayor brillo o lucimiento estético. Siendo que tanto, la imagen fotográfica como televisiva de los triunfadores en el podio, es posible que dé la vuelta al mundo, quizá. Pasa el tiempo y se sigue insistiendo en el recurso de la cámara sobre un vehículo de 4 ruedas, cuando en el mundo entero es la moto que le brinda a la cámara una mayor movilidad, libertad y acercamiento al ciclista. Yo no puedo creer que los canales que se proponen tener el control de este deporte, no consideren que la primera inversión, debería ser en recursos técnicos para ofrecer un producto impecable. No deberían existir escusas al respecto, si es que las hay. Lo contrario es que, de estar actualizados en recursos técnicos, admitir que las carencias que son notorias, sean solo de recursos humanos. Como quiera que sea, hay que buscarle una solución a este, nuestro talón de Aquiles y nuestro mayor lastre. Mi aspiración, es que los responsables de la televisión sepan sin dudar un instante, que los ciclistas nos sentimos honrados con que nos sigan considerando como un espectáculo con el que es posible lucrar. En lo personal, es la idea más fuerte que siempre he intentado reflejar, que el ciclismo puede llegar a ser un buen negocio. Aunque dudo, que con un producto televisivo tan malo, alcance para nutrir el bolsillo de todos, con la justicia que otorga la virtud de los esfuerzos. Digo esto, amén de la buena voluntad que se aprecia de VTV, la cual doy por manifiesta.

El primer concepto al que anteriormente hacía referencia, establece prioridades, entre “calidad deportiva o calidad del espectáculo”. Este concepto yo creo que es básico, y lo debemos entender. Ya que por más que mañana tengamos la suerte de contar con más de 60 ciclistas clase “A” en el país, que sean capaces de rodar en una crono por encima de los 50k/h de promedio, lo cual sería excelente; u otro tanto que sean capaces de definir un embalaje a más de 65 o 70 k/h; y si a eso le sumamos un ciclismo uruguayo que viaje al exterior y consiga medallas así como glorias varias, no sería suficiente. No pasa por un ciclismo más rápido, pasa por un espectáculo que de una buena vez llame la atención de muchos más que 18 o 20 mil televidentes. Créanme que un ciclismo más rápido no cambiaría en nada, o quizá en muy poco. A manera de ejemplo, el básquet de EE.UU ya dejó de ser la selección o “Equipo de los Sueños” que arrasaba en los juegos olímpicos o en los mundiales, y eso lo sabemos todos. Sin embargo la NBA sigue siendo la mejor liga del mundo sin discusión, la que mueve más dinero y la que tiene mayor audiencia mundial. Y este es un concepto que debemos entender, el tema no pasa sólo por calidad deportiva, el tema pasa por calidad del espectáculo, por entender el negocio y por montar un buen circo, llamativo y bien pensado de principio a fin.

El segundo concepto, refiere a “no hacer un espectáculo de ciclismo solo para ciclistas”. Esto lo digo después de reafirmar y reclamar con crudeza, que hay que proponerse mejorar el producto televisivo, que en realidad es muy malo. La verdad, aunque a muchos duela, es que al ciclismo uruguayo no lo mira casi nadie, ni poniéndole verdaderamente ganas. No lo digo yo, lo dicen los números, que son más crueles aún. El desafío, no es que logren ofrecer un producto atractivo para todos los que nos gusta el ciclismo con pasión. El verdadero desafío, en verdad debe ser intentar captar “nuevos” apasionados al ciclismo. Ese es el punto del negocio. Con los pocos “locos” que nos gusta este deporte no hacemos nada. No somos mercado. Somos un número menor, a la hora de considerar encontrar un retorno publicitario en un market share tan limitado.

El tercer concepto nos dibuja otra idea, que apunta a mostrar “cuáles serían los nuevos aficionados al ciclismo”. Esto se hace necesario, pues en nuestro país los fanáticos del ciclismo no llegamos a 70.000 personas pero ni por asomo, eso creo. El punto es, que todos tenemos un deporte favorito, pero también un segundo deporte a quien prestamos atención cuando lo merece, y eso deja la puerta abierta para poco a poco comenzar a crecer en niveles de audiencia. De los 3 millones de españoles que siguen en directo una etapa del Tour, Giro o Vuelta, seguramente un buen número de ellos no tienen al ciclismo como primer deporte. Un gran número de esos 3 millones ese día abandonan el club de fútbol de sus amores, o el tenis o la F1 y se congelan frente al televisor a ver un final de etapa. A esa realidad tenemos que abrir los ojos, eso lo tenemos que ver, eso lo tenemos que lograr. No podemos seguir ofreciendo ciclismo para ciclistas. Debemos centrarnos en ofrecer un espectáculo abierto a un público más amplio, que nos ofrezca una mayor renta publicitaria. Pero no por el mismo camino que se ha intentado por años. Hay que cambiar de raíz.

La temporada está por comenzar y uno comienza a fantasear con la idea de encontrarse con un producto televisivo similar quizá, al de Eurosport o ESPN. Con relatores como la mexicana Georgina Ruiz Sandoval o profesionales de los medios como Mario Uberti aquí en Uruguay, que sin saber de ciclismo, ha brillado relatando ciclismo cuando le ha tocado cubrir los Juegos Olímpicos. Ejemplos hay, jóvenes comunicadores recién egresados seguramente también.

Mejorar el producto televisivo. Esa debe ser la tarea de la TV, a quien si bien estamos atados por contrato, no podemos manejar o gestionar a nuestro antojo. Sólo podemos sugerir, motivar, incentivar, rogar. Solo nos queda cruzar los dedos y rezar para que estos estimados señores se iluminen de una buena vez y entiendan que es verdad que ellos son los dueños de una parte del negocio, pero sus decisiones afectan al ciclismo uruguayo en general, un ciclismo uruguayo que ahora ha puesto todos los huevos en una sola canasta, y el dueño de la canasta hoy es VTV. Y aunque la televisión es el motor que tira de este carro, no debemos olvidar que todos somos, en mayor o menor medida piezas activas de esta maquinaria. En futuras notas iremos viendo la función, o niveles de implicancia, del resto de los actores que interactúan en este, nuestro ciclismo.
De momento, debemos ocuparnos en cada gesto, ya sea en actitud deportiva o presencia pública. Tanto en una ruta como en un semáforo, desde un escritorio de la federación como en un entrenamiento. A contribuir todos, cada uno desde su sitio a hacer crecer el ciclismo como “marca”. Debemos vender “CICLISMO”. Ese deber ser nuestro más claro objetivo colectivo.

lunes, 10 de agosto de 2009

El ciclismo como “marca” de valor.


(Tiempo estimado de lectura: 5´ minutos.)


Es curioso ver cómo, con la llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid en el año 2000, una entidad deportiva deficitaria se transforma en muy poco tiempo en una moderna empresa deportiva-mediática. Un claro ejemplo, de cómo la aplicación de un modelo de gestión empresarial a una entidad deportiva, puede generar un nuevo modelo de negocios, duplicando como en este caso, las ganancias. En el período 2000-2001 eran de 137 millones de euros, y al final del período 2004-2005 las ganancias del Real Madrid ya eran de más de 275 millones de euros. En la transformación de esta entidad deportiva, la clave ha sido encaminar un proyecto con dos pilares muy fuertes, éxito deportivo y éxito económico. Sin embargo, dentro de este modelo, no se concibe la posibilidad de lograr el éxito deportivo sin alcanzar un buen resultado económico. Pero la enseñanza más fuerte que nos deja este ejemplo, es como una organización ha logrado desarrollar un recurso valioso, como lo es la marca, y a partir de la cual se ha trazado una estrategia que ha logrado potenciarla y explotarla.


Lo hemos señalado en notas anteriores, el deporte moderno, se gestiona como un universo económico. Por ende, es imposible abstraerse de esta realidad. Siendo así, y teniendo por delante la gestión de una entidad deportiva como la Federación Ciclista Uruguaya, núcleo de los destinos de nuestro deporte, para la actual directiva es de orden interpretar las claves de este negocio. Confío por tanto, que esta comisión de personas, ha de destinar caros minutos intelectuales para este fin. No obstante su tarea, yo al tiempo que ellos, me destino unos minutos a compartir algunos razonamientos con ustedes.


El ciclismo moderno confía sus ingresos, al rédito que el alcance de audiencia pueda generar. El ciclismo vende presencia mediática, no vende localidades en un estadio, o quizá muy pocas en competencias de pista. El valor de los derechos de televisación, va de la mano del impacto mediático del ciclismo como marca, y por tanto uno de los objetivos a superar. Esto a simple vista es muy claro de entender, pero un análisis más profundo, arroja un panorama un poco más complejo.


Si nos remontamos al origen de las grandes competencias ciclistas del mundo, podemos observar aspectos muy curiosos. El Tour de France, El Giro de Italia y la Vuelta a España, fueron competencias deportivas creadas como elementos generadores de noticias o provocadores de información, así como por razones publicitarias o políticas, en un ámbito de periódicos vacíos de noticias, de imagen empobrecida y en circunstancias políticas desfavorables. De esto se desprende un razonamiento que fortalece una idea, el ciclismo no fue primero, primero fue la idea de crear un espectáculo. Fue el periodismo que le dio forma al ciclismo, para valerse de él y lograr sus objetivos. Antonio Alcoba, escribió en uno de sus libros, "En Europa, el diario deportivo francés L´Auto –luego transformado en L´Equipe- y el italiano La Gazzetta dello sport se inventan las vueltas ciclistas a Francia e Italia, patrocinadas por ellos y convertidas en un suceso no sólo nacional, sino continental, que hizo elevar las tiradas de ambos rotativos a cifras no imaginadas hasta entonces por la prensa de aquellos años" (Cómo hacer periodismo deportivo. Paraninfo, Madrid, 1993, pág. 64). Está claro, entonces, que ciclismo y periodismo conviven desde el origen en una relación de simbiosis y mutua conveniencia. Así que nos es tiempo de buscar quien le aporta más a quien. Si los medios están aquí, es porque les resulta o les puede llegar a resultar un buen negocio. Y si el ciclismo depende de los medios, es porque no se ha procurado reinventar, de tal forma de prescindir de los mismos. Planteado en tanto, el escenario actual, de nada vale insistir en utópicas situaciones, y más oportuno es por tanto, ir por el camino que están marcando los países que en ciclismo marcan el liderazgo.


Interpretar el origen común, de los medios y el deporte moderno, y particularmente el origen del ciclismo tal como lo conocemos hoy, favorece a generar una idea muy clara de que en la actualidad deporte y medios son una unidad indivisible. A la hora de proyectar un cambio fuerte y ambicioso en nuestro deporte, debemos contar en primer lugar con los medios como aliado sustantivo. No podemos trazar un modelo de acción sin considerar a los medios, como parte activa, tanto sea en la instrumentación, la gestión, como de igual forma en los probables éxitos.


He escuchado a gente del ciclismo, lamentarse durante largo tiempo, en referencia a la ausencia de muchos medios que no concurren a cubrir el 90% de las competencias de nuestro país. Se escucha decir; “hay muchos medios que no apoyan, y sólo aparecen un par de veces al año cuando Rutas y Vuelta los convoca dado que les conviene”. Y que piensan, que alguien va a venir si no le conviene?. Vuelvo a insistir, no se trata de dar apoyo, se trata de participar en un negocio dónde todos ganen, si no, no sirve. Que es dar apoyo, que se pretende alcanzar cuando se pide apoyo o colaboración?. Muchos medios no concurren porque ven al ciclismo como una actividad que no convoca. No vende, o mucho peor, no se vende. Hay que reformular el negocio, y por sobre todo hay que reformular el concepto de la relación que concebimos con el entorno. Hay que abandonar, de una buena vez por todas, el concepto de victimas, de recluidos, relegados. Aferrarse de una buena vez a la idea de que somos los dueños de nuestro destino, y participar de este concepto a todos los niveles de la organización que agrupa al ciclismo nacional. Basta de esperar que nos venga todo de arriba, que nos lluevan las soluciones y simplemente reclamar apoyo. Basta de implorar por asistencialismos. Lamento recordar, que el MIDES no contempla en sus planes, brindar asistencialismo a un deporte que insiste en proclamarse en situación marginal.


Siguiendo el ejemplo en un principio citado, tal como lo hizo el Real Madrid, debemos potenciar el ciclismo valiéndonos de las herramientas que nos posibilita el marketing. Del mismo modo que una organización se esfuerza por posicionar una marca. Nuestra marca, se llama ciclismo. Y ese es nuestro valor a cuidar, nuestro objetivo primario. Señores, tenemos que recalentar nuestra materia gris un poco más, exigir nuestras capacidades al límite haciendo gala de los aprendido en este hermoso deporte de esfuerzos. De forma tal de encontrar la manera de generar nuestro valor, y producto de este, nuestro sustento. Si queremos que nos miren, primero necesitamos existir, hay que hacer del ciclismo un deporte bonito, un deporte atractivo. No hay otra. Este es el camino, al menos a esta idea, yo prefiero adherirme.


En estos vientos de cambios que propongo, que implican dar un golpe de timón y encarar un rumbo nuevo, es importante distinguir en qué manos está ese timón. Cierto es, que la situación a la que se enfrentó la actual directiva de la FCU cuando tomó el mando, comprendía un pasivo tal que posicionaba a la misma al borde del abismo. En circunstancias tan extremas, comprendo que es difícil negociar, con quien cuando el ciclismo estaba con el agua al cuello, tan oportunamente te ofrece una salida. Llegados a este punto, hoy estamos hermanados y hasta diría, gestionados, por una empresa que apuesta a consolidarse como omnipresente en toda actividad deportiva y cultural de nuestro país. Debo admitir, que, desde el ángulo que se me permite ver, no encuentro que la FCU tenga la libertad absoluta de reformular su destino. Atrapados por contrato, en las decisiones de una empresa privada, vemos en tanto, que la calidad no es el acento que distingue los proyectos del grupo económico que nos dirige. Es difícil entonces, pelear por sembrar la idea de que somos dueños de nuestro destino, y que el Sr. Federico Moreira es quien representa nuestros consensos. Y hasta qué punto, nuestros consensos hoy son validados en hechos. Como ven, son aspectos muy contradictorios. Al tiempo que entendemos, que la marcha ha de conjugar esfuerzos sincronizados y compartidos entre el ciclismo y los medios, vemos que es poco lo que el organismo en el cual estamos incluidos, previo pago del costo de la licencia, puede en realidad decidir o cargar con la autonomía de direccionar el mencionado timón. Pequeño detalle. Alguien pregunta; “donde está el piloto?”.


En nota anterior, he intentado reafirmar la idea de que el ciclismo es un gran negocio. En esta nota, he intentado reflejar el convencimiento de que el ciclismo y los medios son partes indivisibles. Esta sinergia entre ambas partes, es uno de los pilares fundamentales a la hora de proyectar un avance. Debemos entender cabalmente esta interacción, para poder tomar las mejores decisiones. El ciclismo y los medios deben caminar y avanzar juntos. Aún, a pesar de que ciertos acoplamientos se conciben de forma ortodoxa y muy diversa, conjugando una relación no siempre conveniente o de aires confusos.


Encarar una reingeniería en el ámbito del ciclismo nacional, sigue siendo la asignatura pendiente, o al menos mi constante pregón. Se han hecho muchos avances, en notas anteriores hemos reconocido estos logros de la actual dirigencia de la FCU. Pero me siento en la sana obligación de aportar mi punto de vista, con honestidad intelectual, y con entera convicción. No persigo otro destino, que mantener viva la esperanza de encontrarme en un mañana, con un mejor ciclismo para nuestros hijos. Hoy, que están las cuentas pagas, si bien es mucho, no me permite bajar la guardia ni dormir tranquilo. Los números que nos relacionan con los antiguos acreedores, quizá estén en cero. Los números que nos posicionan en el ámbito internacional, continúan en rojo.

domingo, 2 de agosto de 2009

Colaboración versus negocio.


(Tiempo estimado de lectura: 5´ minutos.)

El Tour de France llegó a Paris, una vez más. La gran cita anual del ciclismo mundial, como todos los años, se roba las miradas de todos durante casi todo el mes de julio. Una suerte de eclipse año a año invade toda discusión que refiera a ciclismo y no da paso a pensar en otra cosa que no sugiera acento francés. Ya en agosto, es tiempo de volver a realidades más domésticas, próximas, y que de alguna forma nos incluyan. El ciclismo uruguayo, que se propone con un comienzo de temporada primaveral, nos invita nuevamente a discutir algunos temas.


Propongo en esta y en sucesivas notas, intentar profundizar en aspectos que a mi juicio pintan una realidad, y otros aspectos, quizá, se atrevan a sugerir un cambio. Advierto y reitero, que las opiniones que aquí expreso, no reflejan la verdad, sino mí forma de ver y concebir el ciclismo. Por lo tanto, he de permanecer como hasta ahora, abierto al diálogo y la respetuosa discusión.


Una nueva publicación del Ranking UCI América se acaba de dar a conocer, son 12 los ciclistas uruguayos que se posicionan entre los 200 primeros de América. Son muchos, son pocos, es suficiente?. Han de haber muchos que dirán que no es suficiente, yo prefiero ver que estos 12 ciclistas hacen que Uruguay como país se ubique en el lugar octavo entre 18 países rankeados. En un ranking encabezado por Colombia, quedan por delante nuestro, naciones notoriamente más potentes. También es verdad, que países como Chile, México o Costa Rica se ubican hoy por detrás nuestro, naciones que a mi criterio planifican de mejor forma sus destinos. También es verdad que 90 de los 332 puntos que posicionan a Uruguay octavo, son aportados por Ramiro Cabrera, nuestro ciclista mejor ubicado en dicho ranking. Justo es decir, que un gran porcentaje de esos puntos, sino todos, fueron conseguidos gracias a que nuestro ciclista compite en un equipo brasileño y mayoritariamente en Brasil. Intento decir, que le debemos parte de nuestros puntos a la estructura del ciclismo brasileño, que en cierta forma ha posibilitado a nuestro ciclista acumular este puntaje. Por lo tanto estos puntos nos caen del cielo. Los restantes 11 ciclistas han sumado puntaje, principalmente en la Vuelta del Uruguay. De no ser por Cabrera y el ciclismo brasileño, estaríamos a los 11 en el ranking, y ahí cambia bastante el asunto. Algunos dirán, que esta sería una ubicación más justa a nuestros esfuerzos como nación, en lo que a ciclismo refiere, claro. Ya que en las escasas incursiones internacionales de nuestra selección, poco o nada es lo que se ha sumado.


Esta es la realidad del ciclismo uruguayo en América, en el mundo ya lo sabemos, no existimos. No voy a mencionar aquí a Fabricio Ferrari ni a los éxitos que él está consiguiendo, para fundamentar que el ciclismo uruguayo en el mundo está sonando. Ferrari en este momento corre en España y en aficionados, quizá en un futuro próximo lo veamos en el circuito profesional y ojalá así sea. No es justo hacer de los esfuerzos netamente personales, como en este caso ha hecho Ferrari viajando con una mano atrás y otra adelante, y transformarlos en éxitos del ciclismo uruguayo como organización. Los éxitos de Ferrari, como de los otros ciclistas uruguayos que andan por el mundo, son éxitos de ellos, o por lo menos de sus respectivos equipos y de la federación que los contiene. Seguir por esta senda sería retroceder en el tiempo, y recordar es oportuno, cuando nuestro medallista olímpico regresó al país. Cuantos desconocidos se colgaron al cuello de Wynants para robar una foto. Y me refiero no sólo al entorno del deporte, sino hasta el entorno político, personajes que nada habían hecho por él con anterioridad y ni siquiera por el ciclismo. Entonces, a ser justos, a no cargarse méritos ajenos. El ciclismo uruguayo en el contexto mundial y por ahora, no existe. Esa es la cruel realidad.


El ciclismo uruguayo tiene en sus manos una oportunidad única. A mí en lo personal ser octavo, onceavo o último me da igual casi como ser segundo. Estar en el ranking UCI América significa más bien poco, pero es verdad que hoy por hoy es al círculo que la UCI nos destina. Porque nosotros queremos, claro. Y este es el punto.


La UCI hoy intenta mantener las riendas del negocio. Y digo bien, el negocio. El ciclismo para la UCI es un negocio y lo es para la mayoría de naciones exitosas, lo he dicho en varias notas, y lo voy a decir hasta el cansancio. Quien no entienda esto queda naturalmente afuera. Sólo para nosotros no es un buen negocio, porque no hemos podido o sabido hacer de él lo que corresponde. Tanto ASO (Tour de France), RCS MediaGroup (Giro de Italia) como ASO/UNIPUBLIC (Vuelta a España) amenazan con polarizar el ciclismo a las tres principales competencias que estas empresas organizan más un puñado de competencias menores, propiedad de estas mismas. La UCI en un intento desesperado de recuperar el control, crea el UCI Pro Tour y los circuitos continentales, y ahí nos toca en suerte el UCI América Tour. El UCI Pro Tour no es más que el intento de generar un circo global, un circo propiedad de UCI, y por consiguiente construir una máquina productora de contenidos para las fauces de ese negocio que se llama cycling.tv y que llega a 250.000 espectadores de 170 países del mundo. Un gran negocio para la UCI, claro.


En que parte entramos nosotros, es la pregunta que deberíamos hacernos. La UCI desde hace unos años viene diciendo que desea potenciar el ciclismo en los cinco continentes, y que no sólo se reduzca a tener su epicentro en Europa. Algunos han sabido leer entre líneas lo que este mensaje propone. Hay un esfuerzo notorio de la UCI, por ampliar los niveles globales de audiencia. La torta europea ya tiene nombre, la UCI ahí muerde poco y más bien nada. Que hace falta para darnos cuenta que el tema en disputa aquí no es el ciclismo sino la capacidad de generar productos televisivos. La UCI, mientras el UCI Pro Tour o los circuitos continentales sigan vigentes, nos necesita. Somos sus socios estratégicos para su negocio. El Tour de San Luis o la Vuelta a Chihuahua lo han entendido así, y están creciendo a pasos agigantados, y junto con ellos crece el ciclismo de sus respectivas naciones. ASO o RCS no van a compartir el negocio que es el Tour o el Giro con UCI, es más le han planteado la guerra al UCI Pro Tour y se lo han sentenciado a muerte.


La FCU cuenta con flamantes autoridades, una vez más Federico Moreira preside la misma. No sé a ustedes, pero al menos a mí esta gente que está al frente de la federación me vende honestidad, y para mí ya es bastante. Pero no lo es todo. El ciclismo moderno exige gente innovadora, audaz, actualizada. Exige un proyecto que sea capaz de hacer mucho con poco, al menos para arrancar. Pero hay que ir rápidamente tras lo mucho, con poco no se llega lejos. Un proyecto revolucionario e integrador capaz de plantar bandera ya no en el ranking americano, sino plantar bandera en los principales escenarios del mundo. "Colombia es Pasión" es un ejemplo de lo que digo, se proponen regresar al tour en unos años para conquistarlo. Pero para ello se impone una verdadera Reforma Vareliana dentro del ciclismo. Un proyecto fuerte, en serio, que involucre los medios, las instituciones y los ciclistas. Del gobierno que en su momento esté de turno, no espero mucho, si quieren y lo entienden como una excelente oportunidad que se acerquen, sino será hora de caminar solos. Basta de pedir colaboración. Cuando alguien pide colaboración la gente lo relaciona a dádiva, a limosna. Colaboración es una palabra que debería ser desterrada del ciclismo, al menos de la boca del presidente de nuestra federación, ya que es una palabra recurrente en él, y en cada oportunidad que comparece ante los medios. Y esto lo digo con mucho respeto, dado el concepto que guardo por Moreira, pero que bien sepa, que sus palabras nos representa a todos nosotros los ciclistas. Hace un buen rato que la UCI viene sutilmente diciendo que esto es un negocio, y nosotros mientras tanto empeñados en contar moneditas y repartir miserias. Por la tanto la frase debe ser, el ciclismo es un negocio, y si tu quieres te participo. Señores, por favor véanlo. Es un gran negocio, que de una buena vez hay que tomar la decisión de armar.


En notas posteriores iremos analizando cada una de las patas que han de sostener un proyecto de esta naturaleza, y como humilde aporte, los trazos de un supuesto camino a seguir.


Las palabras estarán aquí. Como siempre, los invito a leerlas, discutirlas, descartarlas o tomarlas. Desde ya aclaro. Mis ideas no son mías, son de todo aquel que les encuentre sentido y se identifique con ellas. Por lo tanto me sentiré honrado por todo aquel que quiera hacerlas suyas y vivirlas como propias.

domingo, 26 de julio de 2009

Lance ganó el Tour, el octavo, y nos deja una enseñanza.


(Tiempo estimado de lectura: 3´40´´ minutos).


Lance dio cátedra de manejo mediático. Cada movimiento ha sido pensado y medido con asombrosa puntería publicitaria. El año pasado, un 10 de setiembre y mientras se disputaba la 11ª etapa de la Vuelta a España 2008, los medios de prensa se ocupaban de tejer conjeturas sobre el momento en el que Alberto Contador atacaría la posición de privilegio de Levi Leipheimer en la general de la Vuelta. Egoi Martínez era líder, Levi era segundo a 11” y Contador tercero a tan solo 32”. Se esperaba que en la etapa con llegada en el Angliru, Contador se hiciera con el liderazgo después de atacar la general y de no respetar la posición de su compañero de equipo. Esa mañana de setiembre en Calhorra, La Rioja, una ciudad de poco más de 24.000 habitantes observaba los preparativos para la largada de la etapa que habría de concluir en Burgos. Calagurris Nassica Iulia, como la llamaban los romanos a esta ciudad, veía como ese día era famosa en el mundo no por la largada de la 11ª etapa de la Vuelta, sino por congregar a los medios especializados en ciclismo, que esa misma mañana confirmaban la noticia del regreso del gran Lance Armstrong, noticia que corría como reguero de pólvora por las entrañas del pelotón. Lance vuelve. Y en efecto, “Correr el tour 2009 es la intención de Lance”, confirmó Mark Higgins, el portavoz del ciclista.

Y justo es decir, que desde ese momento la Vuelta a España ya no importó mucho, ni la confirmación de Contador en Angliru sin haberle dado un relevo a Ezequiel Mosquera, ni su lidezgo hasta el final en Madrid. Ni el escaso margen con el que al final terminó disputando la carrera ante su compañero de equipo, Levi Leipheimer. Toda la maquinaria mediática había dado un giro de 180º y ahora miraba hacia América en busca del texano. El triunfo de Contador, su tercero en una gran vuelta fue opacado por la noticia del retorno de Lance. Lance, un gran ciclista, pero un mejor líder mediático, supo esperar el momento justo. Un día antes del 11 de setiembre, y cuando se cumplirían 4 años del 11 S, anticipaba a los medios que estarían cubriendo una manifestación en Madrid frente a la embajada de EE.UU. y los sumaba a los medios especializados ocupados en el desarrollo de la Vuelta a España. El fue la noticia del mes, una vez más.

El Tour Down Under era conocido solo para una minoría de fanáticos que acostumbramos seguir el calendario profesional de punta a punta. Este año el debut o retorno de Lance Armstrong marcó una explosión de esta carrera australiana, en lo que a cobertura mediática refiere. Una clara demostración más de la convocatoria del icono texano. El Giro de Italia de este año también supo rentabilizar la presencia del americano, totalizó una mayor audiencia más allá de ser el Giro del centenario y de contar con un final apoteósico en Roma.

Y el Tour de este año se encontró una vez más con las dudas de liderazgos dentro del equipo Astana. Pero esta vez enfrentaba a Contador con otro compañero, Lance Armstrong. Las declaraciones del de Pinto nunca fueron sólidas, no así sus ataques en Montaña así como su solidez contra el crono, que no dejaron margen de duda. Fue sencillamente el mejor ciclista de este Tour, pero ante la prensa mostró su aspecto menos sólido. Un día declaraba que estaba todo bien en el entorno de su equipo y con Lance, y que solo era un manejo de los medios. Unas horas más tarde dejaba escapar que se enfrentaba a un complot en su contra dentro de las filas del Astana. Nunca quedó claro.

Contador ampliaba su ventaja después de ganar brillantemente un contrareloj en Annecy, y esa misma noche Lance convocaba a los medios una vez más. El motivo, anunciar su nuevo proyecto para 2010. Tenía un nuevo as bajo la manga, con certera puntería lograba ser noticia una vez más y anunciaba la creación de un nuevo equipo con un sponsor americano. El Radio Shack está en marcha, y con Lance el ciclismo se asegura un año más el gran circo mediático. Los directivos de ASO reconocieron que este año y gracias a la presencia del texano en el Tour, batieron todos los record en relación a la cantidad de medios de prensa acreditados.
En un ciclismo moderno, concebido para ser espectáculo, lo que no mide en niveles de audiencia no vale. Es una enseñanza que debemos apuntar los países que contamos con un ciclismo emergente. A una estrella del ciclismo le pagan para ser noticia y por embellecer el circo mediático. Contador es un gran ciclista, y gana su dinero gracias a sus lucidos golpes de pedal, pero le cuesta enormemente transformarse en una estrella global. Su brillo se limita a los casi 47 millones de españoles que vibran con uno más de sus héroes nacionales. Ni la noticia que dio Fernando Alonso apoyando a su compatriota, de crear un equipo para Contador, tampoco consiguió elevar los niveles de atención en el ciclista madrileño.

Contador se hace con la general final de Tour, y en el discurso final subido al podio de Paris, solo encuentra palabras que rozan la rabia contenida. Hace gala una vez más de su mala gestión de prensa, omite felicitar a sus rivales en el podio, no menciona ni al menor de los Schleck ni a su compañero Lance. No agradece a su equipo, ni felicita el primer lugar conseguido por el Astana como mejor equipo del Tour. Omite mencionar la forzosa ausencia de Leipheimer, y hasta pierde la hermosa posibilidad de dedicarle la victoria individual y por equipos. Una vez más, Contador falla ante los medios.
Mientras tanto, Lance brilla desde el tercer lugar del podio en Paris, la gran figura de los medios y mejor ciclista, el amigo de las estrellas de Hollywood, el novio de las mas lindas, otra vez ha tomado por asalto el control de la carrera Francesa. El tercer lugar sabe a triunfo para el texano. Yo me atrevo a decir, que en rentabilidad publicitaria, Lance ganó el Tour. Una vez más y con amplia ventaja. Y créanme, que es casi lo único que cuenta.

sábado, 18 de julio de 2009

Bye Bye, Levi!


(Tiempo estimado de lectura: 4´30´´minutos).

A falta de 2 kilómetros para el final de la 12ª etapa del Tour de France, en la ciudad de Vittel, la ciudad famosa por su agua, el americano Levi Leipheimer se fue al suelo provocándose una fractura de escafoides. Leipheimer salió despedido y se golpeó contra el borde de la cuneta. "Temo que no pueda disputar más carreras importantes este año", anunció.

A pesar del infortunio, el americano llegó a cruzar la meta por detrás del pelotón junto a otros corredores implicados en la misma caída, como Cadel Evans y Michael Rogers. Tercero del Tour del 2007, era cuarto de la general en el actual, a tan solo 39 segundos del resistente líder Nocentini. "Se nos ha ido el 25% del equipo", dijo Armstrong una vez concluida la etapa.
Se ha marchado el cuarto en la general, y un serio aspirante al podio final en París. Mensurar si se ha ido el 25% del equipo, mucho menos o mucho más, sólo el final en la carrera lo hubiese dicho a ciencia cierta. En un Tour que para muchos se nos presenta como de un trazado aburrido, en virtud de los escasos movimientos en la general, y de la perdurable presencia de un intrascendente Nocentini, que ya suma su octavo día de amarillo. Y que el italiano ya lleve más días de amarillo que Gimondi o Pantani, los dos únicos compatriotas que han ganado el Tour de los últimos 50 años, refleja las lagunas del ciclismo italiano y reafirma lo raro que está resultando este Tour.

En un Tour signado por la polaridad entre Contador y Lance, todo el mundo desde el comienzo de la carrera ha relegado a Leipheimer al olvido. Y el mismo Levi, sabía que en este anonimato se escondía su mejor arma para el triunfo, condiciones óptimas para un ciclista al que siempre le ha costado sostener la presión del liderazgo. Liderazgo que no supo reflejar en éxitos en sus épocas en el Rabobank holandés, donde estuvo 3 años, o en el ya desaparecido Gerosteiner que defendió durante 2 años, y en todo ese tiempo su mejor puesto fue sexto en el Tour 2005. Levi Leipheimer es el típico “asesino silencioso”, ciclista psicológicamente más apto para la defensa que para ir al ataque. Un auténtico “pecho frío” para muchos.

Los invito a recordar el Tour del 2007, el Tour de la retirada del líder Rasmussen en la etapa 16 y a falta de cuatro días para el final en Paris, quien le entrega el liderazgo al segundo en la general, Alberto Contador. Dos días después de que Contador heredó la malla de líder, se llega a la penúltima etapa, una contrareloj individual de 55.5 kilómetros entre Cognac y Angoulème, Contador líder y Leipheimer tercero en la general a 2 minutos 49 segundos de su compañero. Levi puso contra las cuerdas a su compañero de filas en el Astana así como a Cadel Evans que estaba segundo. Es así que Levi ganaba la etapa con 2 minutos 18 segundos sobre Contador y comprimía el podio, permanecía tercero, pero ya solo distanciado en solo 31 segundos de Contador, ganador final. Contador supo ese día, que su gran rival estaba en su equipo.

Reitero lo bueno de recordar. En la Vuelta a España del 2008, competencia que tuvo como ganador a Alberto Contador. El segundo en la clasificación general final fue Levi Leipheimer a tan solo 46 segundos de Contador, su compañero en el Astana. En aquella Vuelta a España Leipheimer alcanzaba el liderazgo en la quinta etapa, la contrareloj llana de 42.5 km en Ciudad Real. Apabulló a sus rivales, entre ellos Contador, quien perdía 49 segundos en aquella crono. La carrera estuvo marcada por la rivalidad entre Contador y Levi, quien solo resignó colaborar con Contador en la subida al Angliru, etapa esta de la subida al Angliru que fue ganada por Contador y que le valía la malla de líder, y donde Levi cedía un tiempo de 1 minutos 5 segundos en esta subida. Al día siguiente Contador volvía a ganar con 2 segundos de ventaja sobre Levi. Pero Leipheimer aún guardaba una carta en su manga, y Contador sabía de esto. En la penúltima etapa de la Vuelta, la cronoescalada de 17 kilómetros en Navacerrada, Levi sorprendía al escalador madrileño y ganaba la etapa con 31 segundos de ventajas sobre Contador. El análisis final de la Vuelta arroja a un Contador empatado en tiempos con Leipheimer, siendo la ventaja de 46 segundos acumulada por Contador solo en las bonificaciones obtenidas. Una vez más, el verdugo de Contador casi lo es Leipheimer. Y una vez más Contador respira al final en el escaso aire que le deja Leipheimer.

Mucho se ha hablado del regreso de Lance, se dice que ya no es el mismo que vimos en el pasado Giro, que ahora va más fuerte. Y el énfasis mediático del Tour ha enfrentado al madrileño con el texano. Pero a mi juicio, en el caso de considerar al madrileño Contador como favorito para ganar la general, yo entiendo que su gran rival no es nacido en Texas, sino que hubiese venido de Montana. Con la retirada de Leipheimer, Contador quizá pierde sí a un gran colaborador en el seno de su equipo, pero también pierde a su más claro y contundente rival a falta de siete etapas, incluida una contrareloj individual de 40 kilómetros en Annecy. Alberto entonces, ve más llano su camino hacia París, mientras dice “bye bye, Levi”.

Cabe acotar que ayer viernes 17 de julio, el ciclista estadounidense Levi Leipheimer fue operado de manera satisfactoria de la fractura que se produjo en su muñeca derecha. La operación se llevó a cabo en el Hospital Juana de Arco, situado en la región francesa de Dommartin-lès-Toul. La fractura del escafoides en dos partes requirió la colocación de un tornillo de titanio de 22 milímetros. Levi señaló que si bien la muñeca le duele “no es comparable con el dolor de abandonar el Tour” y no poder disputarlo junto a sus compañeros del Astana.

Contador, el de arriba una vez más te ha dado una manito, al mismo tiempo que se la ha roto a Levi. Caso curioso es el del Papa Benedicto XVI que sin estar corriendo el tour y siendo este un buen amigo de dios, el mismo día que Leipheimer, el Papa también se ha fracturado la muñeca derecha, al parecer tras una caída por un resbalón en la casa religiosa de la localidad de Les Combes de Introd, donde pasa sus vacaciones. Ya lo ven, dios da una mano por vez, y esta vez, como ya dije, le ha vuelto a tocar al madrileño.

Aparte y a manera de saludo vespertino. Aquel viejo chiste, que relata el insuceso de un visitante que resbala y cae en el piso de la Capilla Sixtina, me recuerda que ante el saludo de “buenas tardes”-en italiano- por parte del cura al intruso caído, el visitante le responde: Buona sera? Buona sera, pero muchaaa!!