domingo, 26 de julio de 2009

Lance ganó el Tour, el octavo, y nos deja una enseñanza.


(Tiempo estimado de lectura: 3´40´´ minutos).


Lance dio cátedra de manejo mediático. Cada movimiento ha sido pensado y medido con asombrosa puntería publicitaria. El año pasado, un 10 de setiembre y mientras se disputaba la 11ª etapa de la Vuelta a España 2008, los medios de prensa se ocupaban de tejer conjeturas sobre el momento en el que Alberto Contador atacaría la posición de privilegio de Levi Leipheimer en la general de la Vuelta. Egoi Martínez era líder, Levi era segundo a 11” y Contador tercero a tan solo 32”. Se esperaba que en la etapa con llegada en el Angliru, Contador se hiciera con el liderazgo después de atacar la general y de no respetar la posición de su compañero de equipo. Esa mañana de setiembre en Calhorra, La Rioja, una ciudad de poco más de 24.000 habitantes observaba los preparativos para la largada de la etapa que habría de concluir en Burgos. Calagurris Nassica Iulia, como la llamaban los romanos a esta ciudad, veía como ese día era famosa en el mundo no por la largada de la 11ª etapa de la Vuelta, sino por congregar a los medios especializados en ciclismo, que esa misma mañana confirmaban la noticia del regreso del gran Lance Armstrong, noticia que corría como reguero de pólvora por las entrañas del pelotón. Lance vuelve. Y en efecto, “Correr el tour 2009 es la intención de Lance”, confirmó Mark Higgins, el portavoz del ciclista.

Y justo es decir, que desde ese momento la Vuelta a España ya no importó mucho, ni la confirmación de Contador en Angliru sin haberle dado un relevo a Ezequiel Mosquera, ni su lidezgo hasta el final en Madrid. Ni el escaso margen con el que al final terminó disputando la carrera ante su compañero de equipo, Levi Leipheimer. Toda la maquinaria mediática había dado un giro de 180º y ahora miraba hacia América en busca del texano. El triunfo de Contador, su tercero en una gran vuelta fue opacado por la noticia del retorno de Lance. Lance, un gran ciclista, pero un mejor líder mediático, supo esperar el momento justo. Un día antes del 11 de setiembre, y cuando se cumplirían 4 años del 11 S, anticipaba a los medios que estarían cubriendo una manifestación en Madrid frente a la embajada de EE.UU. y los sumaba a los medios especializados ocupados en el desarrollo de la Vuelta a España. El fue la noticia del mes, una vez más.

El Tour Down Under era conocido solo para una minoría de fanáticos que acostumbramos seguir el calendario profesional de punta a punta. Este año el debut o retorno de Lance Armstrong marcó una explosión de esta carrera australiana, en lo que a cobertura mediática refiere. Una clara demostración más de la convocatoria del icono texano. El Giro de Italia de este año también supo rentabilizar la presencia del americano, totalizó una mayor audiencia más allá de ser el Giro del centenario y de contar con un final apoteósico en Roma.

Y el Tour de este año se encontró una vez más con las dudas de liderazgos dentro del equipo Astana. Pero esta vez enfrentaba a Contador con otro compañero, Lance Armstrong. Las declaraciones del de Pinto nunca fueron sólidas, no así sus ataques en Montaña así como su solidez contra el crono, que no dejaron margen de duda. Fue sencillamente el mejor ciclista de este Tour, pero ante la prensa mostró su aspecto menos sólido. Un día declaraba que estaba todo bien en el entorno de su equipo y con Lance, y que solo era un manejo de los medios. Unas horas más tarde dejaba escapar que se enfrentaba a un complot en su contra dentro de las filas del Astana. Nunca quedó claro.

Contador ampliaba su ventaja después de ganar brillantemente un contrareloj en Annecy, y esa misma noche Lance convocaba a los medios una vez más. El motivo, anunciar su nuevo proyecto para 2010. Tenía un nuevo as bajo la manga, con certera puntería lograba ser noticia una vez más y anunciaba la creación de un nuevo equipo con un sponsor americano. El Radio Shack está en marcha, y con Lance el ciclismo se asegura un año más el gran circo mediático. Los directivos de ASO reconocieron que este año y gracias a la presencia del texano en el Tour, batieron todos los record en relación a la cantidad de medios de prensa acreditados.
En un ciclismo moderno, concebido para ser espectáculo, lo que no mide en niveles de audiencia no vale. Es una enseñanza que debemos apuntar los países que contamos con un ciclismo emergente. A una estrella del ciclismo le pagan para ser noticia y por embellecer el circo mediático. Contador es un gran ciclista, y gana su dinero gracias a sus lucidos golpes de pedal, pero le cuesta enormemente transformarse en una estrella global. Su brillo se limita a los casi 47 millones de españoles que vibran con uno más de sus héroes nacionales. Ni la noticia que dio Fernando Alonso apoyando a su compatriota, de crear un equipo para Contador, tampoco consiguió elevar los niveles de atención en el ciclista madrileño.

Contador se hace con la general final de Tour, y en el discurso final subido al podio de Paris, solo encuentra palabras que rozan la rabia contenida. Hace gala una vez más de su mala gestión de prensa, omite felicitar a sus rivales en el podio, no menciona ni al menor de los Schleck ni a su compañero Lance. No agradece a su equipo, ni felicita el primer lugar conseguido por el Astana como mejor equipo del Tour. Omite mencionar la forzosa ausencia de Leipheimer, y hasta pierde la hermosa posibilidad de dedicarle la victoria individual y por equipos. Una vez más, Contador falla ante los medios.
Mientras tanto, Lance brilla desde el tercer lugar del podio en Paris, la gran figura de los medios y mejor ciclista, el amigo de las estrellas de Hollywood, el novio de las mas lindas, otra vez ha tomado por asalto el control de la carrera Francesa. El tercer lugar sabe a triunfo para el texano. Yo me atrevo a decir, que en rentabilidad publicitaria, Lance ganó el Tour. Una vez más y con amplia ventaja. Y créanme, que es casi lo único que cuenta.

sábado, 18 de julio de 2009

Bye Bye, Levi!


(Tiempo estimado de lectura: 4´30´´minutos).

A falta de 2 kilómetros para el final de la 12ª etapa del Tour de France, en la ciudad de Vittel, la ciudad famosa por su agua, el americano Levi Leipheimer se fue al suelo provocándose una fractura de escafoides. Leipheimer salió despedido y se golpeó contra el borde de la cuneta. "Temo que no pueda disputar más carreras importantes este año", anunció.

A pesar del infortunio, el americano llegó a cruzar la meta por detrás del pelotón junto a otros corredores implicados en la misma caída, como Cadel Evans y Michael Rogers. Tercero del Tour del 2007, era cuarto de la general en el actual, a tan solo 39 segundos del resistente líder Nocentini. "Se nos ha ido el 25% del equipo", dijo Armstrong una vez concluida la etapa.
Se ha marchado el cuarto en la general, y un serio aspirante al podio final en París. Mensurar si se ha ido el 25% del equipo, mucho menos o mucho más, sólo el final en la carrera lo hubiese dicho a ciencia cierta. En un Tour que para muchos se nos presenta como de un trazado aburrido, en virtud de los escasos movimientos en la general, y de la perdurable presencia de un intrascendente Nocentini, que ya suma su octavo día de amarillo. Y que el italiano ya lleve más días de amarillo que Gimondi o Pantani, los dos únicos compatriotas que han ganado el Tour de los últimos 50 años, refleja las lagunas del ciclismo italiano y reafirma lo raro que está resultando este Tour.

En un Tour signado por la polaridad entre Contador y Lance, todo el mundo desde el comienzo de la carrera ha relegado a Leipheimer al olvido. Y el mismo Levi, sabía que en este anonimato se escondía su mejor arma para el triunfo, condiciones óptimas para un ciclista al que siempre le ha costado sostener la presión del liderazgo. Liderazgo que no supo reflejar en éxitos en sus épocas en el Rabobank holandés, donde estuvo 3 años, o en el ya desaparecido Gerosteiner que defendió durante 2 años, y en todo ese tiempo su mejor puesto fue sexto en el Tour 2005. Levi Leipheimer es el típico “asesino silencioso”, ciclista psicológicamente más apto para la defensa que para ir al ataque. Un auténtico “pecho frío” para muchos.

Los invito a recordar el Tour del 2007, el Tour de la retirada del líder Rasmussen en la etapa 16 y a falta de cuatro días para el final en Paris, quien le entrega el liderazgo al segundo en la general, Alberto Contador. Dos días después de que Contador heredó la malla de líder, se llega a la penúltima etapa, una contrareloj individual de 55.5 kilómetros entre Cognac y Angoulème, Contador líder y Leipheimer tercero en la general a 2 minutos 49 segundos de su compañero. Levi puso contra las cuerdas a su compañero de filas en el Astana así como a Cadel Evans que estaba segundo. Es así que Levi ganaba la etapa con 2 minutos 18 segundos sobre Contador y comprimía el podio, permanecía tercero, pero ya solo distanciado en solo 31 segundos de Contador, ganador final. Contador supo ese día, que su gran rival estaba en su equipo.

Reitero lo bueno de recordar. En la Vuelta a España del 2008, competencia que tuvo como ganador a Alberto Contador. El segundo en la clasificación general final fue Levi Leipheimer a tan solo 46 segundos de Contador, su compañero en el Astana. En aquella Vuelta a España Leipheimer alcanzaba el liderazgo en la quinta etapa, la contrareloj llana de 42.5 km en Ciudad Real. Apabulló a sus rivales, entre ellos Contador, quien perdía 49 segundos en aquella crono. La carrera estuvo marcada por la rivalidad entre Contador y Levi, quien solo resignó colaborar con Contador en la subida al Angliru, etapa esta de la subida al Angliru que fue ganada por Contador y que le valía la malla de líder, y donde Levi cedía un tiempo de 1 minutos 5 segundos en esta subida. Al día siguiente Contador volvía a ganar con 2 segundos de ventaja sobre Levi. Pero Leipheimer aún guardaba una carta en su manga, y Contador sabía de esto. En la penúltima etapa de la Vuelta, la cronoescalada de 17 kilómetros en Navacerrada, Levi sorprendía al escalador madrileño y ganaba la etapa con 31 segundos de ventajas sobre Contador. El análisis final de la Vuelta arroja a un Contador empatado en tiempos con Leipheimer, siendo la ventaja de 46 segundos acumulada por Contador solo en las bonificaciones obtenidas. Una vez más, el verdugo de Contador casi lo es Leipheimer. Y una vez más Contador respira al final en el escaso aire que le deja Leipheimer.

Mucho se ha hablado del regreso de Lance, se dice que ya no es el mismo que vimos en el pasado Giro, que ahora va más fuerte. Y el énfasis mediático del Tour ha enfrentado al madrileño con el texano. Pero a mi juicio, en el caso de considerar al madrileño Contador como favorito para ganar la general, yo entiendo que su gran rival no es nacido en Texas, sino que hubiese venido de Montana. Con la retirada de Leipheimer, Contador quizá pierde sí a un gran colaborador en el seno de su equipo, pero también pierde a su más claro y contundente rival a falta de siete etapas, incluida una contrareloj individual de 40 kilómetros en Annecy. Alberto entonces, ve más llano su camino hacia París, mientras dice “bye bye, Levi”.

Cabe acotar que ayer viernes 17 de julio, el ciclista estadounidense Levi Leipheimer fue operado de manera satisfactoria de la fractura que se produjo en su muñeca derecha. La operación se llevó a cabo en el Hospital Juana de Arco, situado en la región francesa de Dommartin-lès-Toul. La fractura del escafoides en dos partes requirió la colocación de un tornillo de titanio de 22 milímetros. Levi señaló que si bien la muñeca le duele “no es comparable con el dolor de abandonar el Tour” y no poder disputarlo junto a sus compañeros del Astana.

Contador, el de arriba una vez más te ha dado una manito, al mismo tiempo que se la ha roto a Levi. Caso curioso es el del Papa Benedicto XVI que sin estar corriendo el tour y siendo este un buen amigo de dios, el mismo día que Leipheimer, el Papa también se ha fracturado la muñeca derecha, al parecer tras una caída por un resbalón en la casa religiosa de la localidad de Les Combes de Introd, donde pasa sus vacaciones. Ya lo ven, dios da una mano por vez, y esta vez, como ya dije, le ha vuelto a tocar al madrileño.

Aparte y a manera de saludo vespertino. Aquel viejo chiste, que relata el insuceso de un visitante que resbala y cae en el piso de la Capilla Sixtina, me recuerda que ante el saludo de “buenas tardes”-en italiano- por parte del cura al intruso caído, el visitante le responde: Buona sera? Buona sera, pero muchaaa!!

viernes, 17 de julio de 2009

Y una vez más…”La ñata contra el vidrio…”


(Tiempo estimado de lectura: 3 minutos.)
En estas fechas se está desarrollando con éxito el Campeonato Panamericano de Ciclismo Juvenil, en la ciudad mexicana de Aguascalientes. El evento se inició el pasado 13 de julio con actividades de pista en el velódromo de Aguascalientes y ha de culminar el 19 del corriente con la prueba de ruta o gran fondo en la avenida “Manuel Gómez Morín” en la ciudad capital.

Son trece los países representados en este evento continental, y ellos son: Jamaica, Brasil, Panamá, Cuba, Haití, Guatemala, Trinidad y Tobago, Belice, Ecuador, Costa Rica, Chile, Venezuela y como anfitrión México, quienes irán por todo con la intención de obtener los primeros lugares en cada una de las pruebas, tanto de pista como de ruta, que se han de desarrollar. Corresponde agregar que este Panamericano es organizado por el Instituto del Deporte del Estado de Aguascalientes (IDEA), la Confederación Panamericana de Ciclismo y la Federación Mexicana de Ciclismo junto con su Asociación Estatal, con el aval de la Unión Ciclista Internacional (UCI). O sea, todo un evento oficial en lo que a ciclismo refiere.

En los días transcurridos de competencia, la punta del medallero es ocupado alternativamente por tres de las naciones que compiten por darle brillo al evento. México hizo valer ser el local y asumió el dominio después de la tercera jornada de pista, y es ahora Cuba quien después de cuatro días de competencias se ubica en la primera posición del medallero, relegando por el momento a México a la segunda posición respectivamente, así como a Venezuela a la tercera posición del evento. La selección cubana que por ahora encabeza el medallero, lo hace con cuatro doradas, la misma cantidad en plata y tres de bronce, seguida de los mexicanos que tienen tres preseas áureas, mas cuatro de plata y tres bronces, en el tercer puesto se encuentra Venezuela que ha acumulado tres medallas de oro, cuatro plateadas y dos bronceadas.

Pero el fin de esta nota no es advertir de lo auspicioso que le resulta este campeonato a las selecciones antes mencionadas, el fin de esta nota es observar y contrastar una vez más la distante realidad en la que se posiciona nuestro ciclismo nacional. Mientras en una parte del continente vibran con entusiasmo, seguramente el futuro del ciclismo americano, aquí en Uruguay nos conformamos, recluidos en el miedo a la gripe porcina o apartados por limitaciones económicas tal vez, a leer las crónicas que desde no tan lejos nos llegan.

Todos los años contábamos por estas fechas con el calor que le ponía el ciclismo a las mañanas de los domingos de invierno, al parecer, este año no tendremos Campeonato Invierno. Tampoco. O si lo habrá, nada se sabe aún.

Es así que en estas fechas, para los celestes no hay competencias de ciclismo de ruta, ni afuera para algunos pocos, ni aquí adentro para algunos más. El ciclismo uruguayo ha prolongado esta vez su receso habitual a cuatro meses y algo, o sea más de un tercio del año, por lo que pretendo creer que la Federación Ciclista Uruguaya sus razones tendrá para tamaña decisión. Si estas razones han sido oportunamente expuestas en algún medio o en su sitio web oficial, lo siento, aún no lo he leído. Cabe acotar que quien esto escribe, solía utilizar el sitio oficial de la FCU para mantenerse informado de las decisiones y/o comunicados de la FCU, y digo solía, ya que actualmente es imposible ingresar a esta web sin vernos afectados por los virus que ésta muy buena y útil página aloja. Ya es hora de que quien les provee de soporte técnico les resuelva este incómodo problema.

Como habrán notado, la selección argentina tampoco concurrió al Panamericano de Ciclismo Juvenil de Aguascalientes, y allá ellos con sus razones y sus problemas. Pero son los argentinos, Buenos Aires y en particular un argentino, que en este momento me vienen de maravillas para pintar esta situación. Allá por 1948, creo, Enrique Santos Discépolo escribía un hermoso tango. Cafetín de Buenos Aires.

…la ñata contra el vidrio…en un azul de frío…
Mientras acá castiga el frío de julio, ya, en otra parte del continente ocurren cosas. Y nosotros, mientras tanto, miramos por la ventana. Una vez más. Y solamente.