martes, 23 de octubre de 2012

Cae Armstrong, pero no así su leyenda.

Por Sergio Ferraro.

Esta es la típica nota, que nunca antes hubiese querido escribir. Por todo.

El doping es un tema que me resulta delicado, abrumador, y en lo personal, hasta el momento absolutamente ajeno. Pero aún así, respeto la libertad, y en ella las decisiones que cada uno toma; para algunos, quizá muchos, ganar es lo único que importa y allá ellos. No obstante, tengo la plena convicción de que nunca he de defender, pero menos juzgar y señalar a un dopado, mucho menos levantando el dedo acusador de una moral ciega e hipócrita. Porque soy parte de los que aplauden ciertas proezas, y de eso no puedo ni debo olvidarme nunca.

La prensa: Hipócritas I.

El periodismo mundial supuestamente especializado en ciclismo, sabe, que donde hay circo hay riesgo. Y que de tan próximo, uno termina viendo, y ellos siempre han visto que en julio no cabe tanta magia. Y sin no lo has visto, lo intuís al menos. Pues ahora uno ve con asombro una multiplicidad de discursos políticamente correctos y caritas de sorpresa; titulares bochornosos tales como: "el más sofisticado, profesionalizado y exitoso sistema de dopaje que el deporte jamás vio". ¿Pero y que esperaban encontrar? Si supuestamente el señor Armstrong en cuestión, burló para algunos 500 controles, para otros 218; que como sea son muchos, es más que obvio que para superarlos no pudo haber andado con tonteras. Lo de sofisticado y profesionalizado resulta algo obvio o de Perogrullo, innecesario de señalar. Para decir eso y sumarte a los inquisidores, mejor no digas nada.

El resto, la prensa no especializada, hace lo que sabe, repetir el libreto breve. De ellos no se espera mucho nunca.

Como siempre de un monumento inmenso, solo esperar una inmensa caída; el ruido mediático en la pena ha sido tan grande como en la gloria. Lance no conoce medias tintas, ni para caer desde tan alto.

La UCI: Hipócritas II.

Cuando en el año 1986 un ciclista no europeo ganó por primera vez un Tour de France, lo que más llamó la atención en Greg LeMond, era que los americanos comenzaban a decir presente, y con ellos su gran mercado. LeMond sumó 2 Tour más y llegó a 3. El primer gran héroe americano, también supo de tragedia y de gloria. Mientras esto sucedía, Andrew Hampsten ganaba en 1988 otra grande, el Giro de Italia. Pero sería la era Armstrong, a partir del 99, la que traería una historia de Hollywood, cargada de dramatismo, superación y finalmente gloria repetida siete veces.

Personalmente tengo una teoría. La misma dice que para que un deporte secundario llame verdaderamente la atención a escala global, debe tener un gran “héroe a vencer” y recurrente, para que por repetición y año tras año, termine por sonar en los oídos de los outsiders. Tiger Woods y sus 14 majors, Michael Schumacher y sus siete títulos mundiales, Federer con sus 301 semanas y sus setenta y pico de títulos, Armstrong y sus siete Tours de France, etc.

Cada era tiene que tener un hombre fuerte en cada deporte que quiera llamar verdaderamente la atención, y me refiero a llamar la atención del público que no es habitual a cada una de estas disciplinas.

Con Lance Armstrong la UCI contó con el aliado perfecto y el envión suficiente para colocar el ciclismo en niveles de audiencia nunca antes pensados. La verdad es esa, Lance Armstrong revolucionó la matriz mediática del ciclismo. Por ello, se puede hasta suponer que la vaca sagrada haya contado con algún salvoconducto oportuno y tangencial. Lance fue un gran negocio. La verdad es esa, Armstrong durante su carrera se calcula que logró acumular una fortuna aproximada de 95 millones de euros, pero fue muchísimo más el dinero que circuló a su alrededor y que hizo ganar al ciclismo todo. Por ello, la UCI hoy hace lo que puede; y atada de manos ante la supuesta evidencia, lo ejecuta. Pero ellos no dimiten, Pat McQuaid el irlandés hoy Trendic Topic, no dimite y lo que es peor, lo ejecuta y da la espalda. Aún ante la realidad de que el mundo entero hoy por hoy pone a la UCI en absoluta duda y se ríe de sus 218 controles antidopaje a un ciclista, ellos se salvan. En definitiva, la UCI es política; todo dicho.

La USADA: Hipócritas III.

Una agencia nacional antidopaje, que utiliza y persigue con las mismas armas que en este caso condena, no es creíble. Testigos presionados, amenazados y acorralados, no son fiables ni sus testimonios están libres de duda. Falta que mañana salgan los Hincapie, Leipheimer o Del Moral a explicar razones por las cuales se sintieron presionados o forzados por la USADA a declarar lo que declararon.

Una agencia antidopaje que no es universal sino selectiva a la hora de aplicar justicia, no despeja dudas, sino por el contrario las siembra. ¿Cómo es posible que la NBA imponga sus reglas y límites?. Yo me pregunto ¿Por qué los jugadores NBA de la selección USA Basketball no están obligados a pasar control antidopaje en los torneos senior masculinos organizados por el COI y/o la FIBA?. La respuesta es clara; la NBA le impone sus propias reglas a la USADA y no al revés, como vemos sucede por ejemplo con el ciclismo y varios deportes menores como atletismo, etc.

El público supuestamente traicionado: Hipócritas IV.

De las religiones la fe; y del mago en escena, casi también la fe pero con aplauso.

En el año 325, en el Concilio de Nicea se condenó como herético el arrianismo, doctrina que negaba la divinidad de Jesucristo. El emperador Constantino logra excluir a los arrianos del concilio, y así proceder a la votación que culmina con un conteo de 218 sufragios a favor y 2 en contra. De esta manera, y mediante el voto se decide que Jesús de Nazaret, un mortal de tiempos pasados, sería de aquí en más el hijo de Dios. Y la fe cristiana se basa en este “milagro”.

Saber estos entretelones curiosos de la historia, no cambia en nada la fe de muchos cristianos. Así de intrincados son los mecanismos del creer o no creer. Y ante esto, solo me cabe el más profundo respeto.

¿¡Como no voy a entender a los miles de seguidores de Lance Armstrong, inspirados por su lucha contra el cáncer y por su mensaje de vida!?

A los que no acompaño son los muchos aficionados que hoy con asombro y desconcierto, piden que les devuelvan sus aplausos, y proclaman traición y fraude. Que no se le caiga un conejo a Copperfield, porque seguro esta clase de espectadores le pedirán que devuelva el dinero de la entrada, por hacerse el mago.

Yo estoy en el grupo de aficionados que siempre reclamamos de este show, un ciclismo épico, gigantesco y con sendas batallas; condimentos solamente solventados por verdaderos gladiadores, seres capaces de proezas alejadas de los parámetros humanamente cotidianos. Ahora, pedir tanto hay veces que conlleva sorpresas y luego, no admite quejas. Hacerlo, es ser hipócrita.

Los buchones y arrepentidos.

No merecen mayor comentario personajes que una vez cazados, para salvar su culo y atenuar las penas, son capaces de acusar y vender al camarada. Y la historia del arrepentido, no me la creo. Para ellos, solo seis meses de suspensión. Todo dicho.

La injusticia.

Cabe pensar que cuando algunos son malos, otros por simple lógica, ocupan el lugar de enfrente. Yo siempre he pensado que en esto del doping hay cazados y no cazados, y la verdadera omertà que siempre ha imperado, constituye en no hacer leña de árbol caído cuando alguno cae en desgracia, porque en verdad uno nunca sabe cuando le toca al siguiente. En estas cuestiones de Lance en la hoguera, queda intacto un palmarés de casi un siglo de ciclismo con campeones que desde la historia o la tumba, hoy agradecen no haber tenido a Landis, Hamilton ni a Leipheimer de coequiperos en sus momentos. Hoy la verdadera injusticia es pensar que hay buenos y malos, o que se ha dado caza al único traidor, y del único deporte sucio.

Lo justo.

Dentro de todo lo malo de toda esta historia, hay algo que me parece correcto como resultado final. Que los siete títulos como ganador del Tour de France desde 1999 a 2005, al quitárselos a Armstrong, quepa la posibilidad de ser determinados como desiertos. Sería un chiste que los Zulle, Ullrich, Beloki, Klöden hoy se lleven el botín del viejo Lance. Al menos dentro de algunos años y cuando algún joven repase las clasificaciones, tendrá opción de preguntar porqué aquellos siete primeros puestos no han sido adjudicados; y alguien le responderá hablándole de la leyenda de los siete tours de Lance. Ese gesto de recordación, ya hará algo de justicia, en parte y si cabe. Para un rey, permanecer en la memoria vale más que cualquier corona.

Las dudas.

Hasta hace un tiempo atrás, Lance Armstrong era quizá una estrella naciente en el firmamento político, potencialmente candidato republicano a la gobernación de Texas en un futuro cercano. Y conociendo sus ambiciones sin límite, porqué no la Casablanca con tiempo y gana.

De un plumazo cayó la joven promesa. Cuan si fuera un juego de estrategia y suerte, Lance retrocede 50 casillas y se condena a quizás nunca librarse del estigma de fraude que se ha encontrado para si.

Quedan dudas, muchas dudas. El móvil político puede que sea una razón válida para sacar de un cajón olvidado este caso de justicia deportiva y así atacar tan duro a un veterano ya jubilado del ciclismo. De las filas contrarias o de las propias; una interna hay veces que hay que ganarla con tiempo también. Dudas, yo tengo mis dudas.

Lo imperdonable.

Que por un supuesto caso de positivo ya entremos a pensar que toda su vida constituye un fraude, es grave, gravísimo. Si acaso superar una grave enfermedad como lo es el cáncer, más aún con el grado de severidad que le tocó en desgracia a Armstrong, para algunos no impresiona lo debido, intentar volcar esperanzas y ayuda a los demás debería significar algo al menos. Si hasta han aparecido los impresentables que hoy ya dudan hasta que Armstrong padeció, superó y sobrevivió a un agresivo cáncer testicular. Ni hablar de las dudas referidas a su fundación LIVESTRONG. Les juro que escuchar dudas de singular corte, es sencillamente algo impensable y por demás imperdonable. Se mezcla todo, y ya con muchísima saña.

Como debería seguir esta historia.

De una buena vez sería necesario encontrar reunidos y entorno a una misma mesa a ciclistas, managers, directivos, organizadores y sponsors. El ciclismo todo y solo los del ciclismo -ACP, AIGCP, AIOCC, UCI-. Son ellos los que hoy deben discutir puertas adentro en busca de consensos; y puestas las cosas claras, cerrar filas y los de afuera son de palo. Como ejemplo, la NBA; y bien vale como ejemplo para este caso.

De una buena vez, o todos limpios o fórmula liberada, pero de acuerdo todos y de una buena vez y al fin. Y el resto, nosotros los de afuera, acatar o ir en busca de otro show.

Lo verdaderamente inédito y revelador.

En toda esta historia, que juraría que aún le falta algún capítulo, verdaderamente revelador hay muy poco, pero dos cosas me llamaron realmente la atención.

Nunca antes en la historia del ciclismo, y quizá del deporte todo, una persona había sido acusada de dopaje sin contar en su haber con al menos una prueba antidopaje positiva. Es la primera vez que un ciclista es acusado, y finalmente sentenciado, tomando como pruebas únicas y válidas las acusaciones verbales de terceros, así como un sinnúmero de elementos supuestamente probatorios de culpabilidad; pero ninguno una prueba antidopaje efectivamente positiva.

Lance Armstrong pasará a la historia por ser quien ganó siete Tour de France consecutivos y por vez primera, para luego ser desposeído de ellos basándose en dimes y diretes.

Lo segundo y para mí, auténtica y única revelación de todo este lío, es que mientras Lance Armstrong no paraba de ganar tours en forma aplastante y consecutiva, yo pensaba que para estar tan por encima del resto, su ciencia por detrás sería realmente una historia de otro mundo. Imaginaba terapias de sustitución genética –doping genético-, tecnología farmacológica quizá en fase de experimentación, imaginaba realmente un doping de otra era, único, galáctico. Pero no, la vida y los buchones de turno nos dieron una gran sorpresa y la única gran revelación.

Resulta que de acuerdo a la acusación que revela la USADA, el doping de este monstruo sin par, fue mediante el uso de EPO, transfusiones de sangre, testosterona, corticoides y agentes enmascaradores.

Les juro que aún no salgo de mi asombro por esto. Lance Armstrong tomando y haciendo lo mismo que la “gilada”, ganó nada más ni nada menos que siete Tours de France. ¡Sin dudas, el mejor, y por lejos!

Después de esto, Lance Armstrong seguirá siendo el gran campéon de su país y mundial; ya que son los únicos títulos que le han perdonado y de ello aún no le privan, sumado a un puñadito de carreras más.

Así que; Lance será por siempre un merecido campeón! Guste a quien le guste.

Después de todo, los grandes monumentos también tienen sus grietas.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Vino, oro y adiós. Conclusiones que nos deja la ruta olímpica 2012.

Por Sergio Ferraro.

Pocas cosas despiertan más atención en todo el mundo, que todo aquello que ocurre bajo la sombra y luz de los aros olímpicos. En 72 horas he leído, escuchado y visto, toda suerte de reflexiones en torno a la competencia que dio apertura al ciclismo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. De las más variopintas observaciones, análisis y elucubraciones, de lo que para mí ha sido una de las competencias mejor ganadas del 2012. No faltó por ahí, más bien en abundancia, cierta necesidad morbosa de escarbar heridas y enlutar merecimientos. El pasado del kazajo, es un condimento sabroso para los buitres de palabras santas y culo limpio.

Fue en 1996, en Atlanta, cuando el ciclismo olímpico decidió abrir sus puertas al profesionalismo. A partir de entonces, la competencia de los varones en ruta comenzó un avance por encima de los 200 kilómetros. Esta vez, y merodeando Buckingham, el sábado 28 julio invitaba a 144 ciclistas de 63 países a cumplir con un recorrido de 250 kilómetros, previo paso durante 9 vueltas al circuito de Box Hill.

Era evidente que los dueños de casa, al igual que lo haría cualquier otro bien nacido, trazaron sin mayor disimulo, lo que a todas vistas parecía un banquete para su niño prodigio en las llegadas al sprint; Mark Cavendish. Nadie dudaba en pensar, que los cuatro del SKY más uno, harían todo lo posible para llevar al oriundo de la Isla de Man, a su consagración en el Olimpo de oro. Los 5 kilos perdidos por Cavendish durante el 2012, con el solo objetivo de sortear con mayor resto la cuesta de 2 kilómetros al 5.7% de Box Hill, indicaban que todo el año merecía para él un solo pensamiento, el oro de Londres.

La historia nos recuerda que desde el triunfo del italiano Mario Zanin en Tokio 64, nunca una prueba de ruta se había vuelto a definir en un sprint de llegada masiva, sino por el contrario, las fugas y el descontrol han signado siempre la resolución de la prueba de ruta, y han sido por años la llave de acceso al medallero olímpico en esta disciplina. Pero fue tal la superioridad de los británicos del SKY en el reciente Tour de France, sumado a un Cavendish focalizado como nunca, que ese sábado todos creímos que su sueño olímpico, sería posible. Y compramos como nunca, la idea de un sprinter bañado en oro.

Sobraron elementos de confirmación, de que la armada británica con el amarillo de París aún tibio, intentaría controlar la carrera desde un principio. Claro está, 250 kilómetros son mucha tela por cortar y 5 hombres menos uno, resultaron ser muy poco para controlar algo más de medio centenar de intenciones. Es que 63 naciones no es lo mismo que los 22 equipos de una gran Vuelta.

El libreto de la fuga tempranera, con 18 en fuga a partir de los 23 kilómetros, parecía no preocupar mucho aún cuando la renta creció por encima de los 5 minutos y con varios gallos por delante. Alemania, que apostó más que un inglés en beneficiarse de los Wiggins & cía, fue irresoluta y tonta al no ser más contundente a la hora de brindar ayuda, y un Bert Grabsch por momentos y otro tanto de Tony Martin, resultó una tímida limosna y a destiempo. Mientras, Australia diversificaba sus intenciones con O´Grady por delante y con Goss con un ojo en la nuca de Maxman; formulaba la excusa perfecta para no colaborar con los ingleses. Gilbert hizo lo que sabe, atacar y atacar intentando cortes y enganches, como en tantas clásicas de 2011, el belga se la jugó valientemente, al igual que Nibali dando la cara por Italia.

A falta de 70 kilómetros un nuevo e importante ataque arrimó a gente como Valverde, Luis León Sánchez, Cancellara, Gilbert y Nibali, al grupo de punta. Esto daba lugar a un grupo de 30 hombres con varios nombres de temer. La diferencia fluctuaba en 1 minuto, y todo aún parecía posible para un final escrito para los sprinters. Sinceramente, yo pensé que los británicos lograban el objetivo de agruparlos nuevamente. Pero el excelente trabajo hecho por los suizos y el español Castroviejo, logra mantener la diferencia y da el toque de gracia a las ya minadas fuerzas británicas. De todo lo bueno hecho por Rast y Elmiger, Cancellara lo intenta coronar a falta de 20 kilómetros, pero una curva traicionera lo deja en el suelo, duramente golpeado y sin opciones. Ya sin el titán de Berna en pugna por el oro, los suizos abandonan la lucha y se retraen. De aquí en más se sucedieron los ataques dispares y continuos, pero será el colombiano Rigoberto Urán quien da en el precio justo con su arranque a falta de 7.5 kilómetros. Pero la rueda del colombiano pronto cargó premio, llevándose a Vinokourov en calidad de aliado inmediato y amenaza para el posible oro. La duda del resto de escapados por detrás, termina de liquidar las cosas a favor del dúo de punta.

La recta de meta otorgaba oro y plata, en un orden dominado por el mayor resto físico del kazajo y su saber hacer, y no tanto por el comentado vuelco de cabeza a izquierda, del colombiano. Urán ya sin piernas, hubiese perdido cien veces esa llegada, aún con los ojos puestos donde mejor debieran. Merecida plata para Rigo, un medalla con sabor a revancha; revancha por el mal momento vivido por el colombiano tan solo 30 minutos antes de largar, al enterarse que un error electrónico amenazaba con no permitirle la partida al no estar inscrito. Al final todo se solucionó, y aquello quedo en un mal momento que seis horas después se transformó en plata y gloria para Colombia.

Con solo 8 segundos de retraso con respecto a los 2 primeros, Alexander Kristoff brillantemente le da el bronce a Noruega, y no deja ya más nada para los que vienen después.

CONCLUSIONES VARIAS

Los ingleses hicieron casi todo bien, incluido perder mostrando que son humanos. Esto último no es poca cosa, más viendo que si andan poco se los cuestiona y si ganan por destrozo se los condena, con sospechas y dudas por igual.

Los alemanes pecaron de listos. O asumís idénticas responsabilidades, o morirás viendo como cuatro ingleses no pueden controlar una carrera, y menos regalarle un oro a Greipel.

Los australianos apostaron a diversificarse. Evans no existió, O´Grady dio todo desde temprano, y Goss sencillamente no tuvo opciones de hacer lo que sabe.

Los franceses mostraron que Chavanel es el único capaz de salvar la plata en cualquier quiniela. Aunque la apuesta de Francia a la ruta no me quedó ni del todo clara ni manifiesta, al preferir regalar una plaza, de las cuatro logradas, pensando en sus opciones en la pista. Y lo explico de esta manera. Por aquellos caprichosos puntos oscuros del reglamento olímpico, Mickael Bourgain fue protagonista de una situación curiosa y no menos incongruente. Protagonizó el primer abandono de la carrera, cuando iban apenas 3 kilómetros, ya que su largada era simbólica y por cumplir un formalismo. En realidad, el pistard francés está en Londres para participar el próximo 7 de Agosto en la prueba olímpica de keirin. Pero el reglamento olímpico exige a los participantes de esta disciplina, anotarse al mismo tiempo en otra modalidad ciclista para poder participar. De esta forma Francia decidió sacrificar una plaza en la ruta, apostando a contar con el virtuoso especialista del keirin sobre la pista de Londres. Todo dicho, entonces.

Los españoles hicieron todo bien, salvo olvidar la pólvora seca vaya saber dónde. Lo de Valverde y Luisle, ya roza lo escandaloso. Casi tanto como lo de Cobo en el Tour y lo que va del año. Castroviejo sin palabras, hizo gala del dorsal número 1 y se lo creyó y valió. Apuntó maneras que quiera su suerte que nos regale buen ciclismo algún día. Pinta para clase A.

Italia, Suiza y Bélgica; similares. Intentaron, atacaron, estuvieron. Hay veces que las cosas resultan y en otras…gana Vinokourov.

Uruguay con nuestro compatriota Jorge Soto, corrió con la mala suerte de formar parte de la caída más importante de la mañana, justo antes de afrontar el primer pasaje por la subida de BoxHill. Realmente una pena. Igualmente, las excepcionales condiciones de Soto, debieran ser direccionadas hacia la pista y pensando en el ómnium. Seguramente otro gallo cantaría. Le tengo fe.

Apartado especial para Eisel y Roger; el salario del SKY ha de ser muy bueno, tanto como para olvidar el significado del patriotismo, de defender los colores de su país y hasta de sus propias opciones. Por momentos, vergüencita ajena.

Sobre correr sin radios/pinganillos, ya se vio. El caos parece ser un buen espectáculo, aún cuando nadie sabe a ciencia cierta a que se corre durante 250 kilómetros. Un amigo me preguntaba sobre la existencia de la moto-chismosa, indicando con la pizarra las diferencias de tiempo de las fugas. Yo, nunca la vi. Parece que la gracia está en sacar cosas. Ciclismo minimalista, dirán.

Si alguien pensó en equipos de siete ciclistas para una gran Vuelta, ya se vio como aproximación, lo que pueden hacer cinco y de los buenos y durante un solo día. Nada. Ni te cuento en tres semanas.

Los mismos que piden cinco o siete ciclistas por equipo -da igual, total no son ellos los que van sobre la bicicleta-, son los mismos que hoy se rasgan las vestiduras por un ciclismo limpio y más humano. Los mismos que intentan manchar el oro de Vinokourov con dudas y fantasmas del pasado, los mismos que no les viene bien nada. Para ellos la abolición de la regla Osaka fue un sacrilegio, y en esa se quedaron. Puro fundamentalismo; puritanismo del bueno, si me permiten.

“Non bis in idem”; y a ese principio del derecho me ajusto, no condenando doblemente a quien purgó justa pena. De lo contrario, decretemos ahora y siempre perpetua all around para cualquier caramañola aditivada. De no ser así, si te vas a quejar, quéjate antes que se baje la bandera y de cada uno de los "barcos tocados"; después no acepto quejas si no te gusta o cae en gracia el ganador.

Ahora, si hubiese ganado Cavendish, las columnas partidarias y amarillistas estarían batiendo palmas y loas, aunque alguno de sus compañeros de selección hoy enfunde el mismo pasado que el kazajo. Periodismo del bueno, seguro que para pensar.

Este mundo de buenos y malos que intentan pintar, me niego a consumirlo, y mi natural reacción es de repudio total. Me basta con decirlo al menos, para ya aliviar tanto asco.

Ganó Alexander Vinokourov, señores, pese a quien le pese. El oro olímpico es suyo a los casi 39 años. Y bien merecido por valiente, astuto y porque esta vez alcanzó a besar de frente a la selectiva suerte. Justo es decir, que el oro llegó 12 años después y con sabor a revancha por aquello que le ofreció Sydney, y le limitó hacer un fulano llamado Jan. Esta vez, no tuvo que conformarse con la plata por temor a quedarse sin contrato pago con dinero alemán.

De ello, los señores del viejo continente que hoy critican al kazajo, doy fe que nunca hablaron.

viernes, 24 de febrero de 2012

Cuando la ignorancia se transforma en un palo en la rueda.

Por Sergio Ferraro.

Hace casi tres años atrás, en este mismo blog, me valía de una extensa nota para intentar puntualizar sobre algunos aspectos relacionados al desaprovechado uso de la imagen de los equipos ciclistas en nuestro país. Aquella nota de Agosto de 2009, llevaba por título: “El rol de los equipos, un recurso publicitario mínimamente aprovechado”. En realidad, en aquella nota yo no descubría nada nuevo, sino que muy por el contrario tan solo me permitía observar y analizar los modelos de gestión de los equipos, tanto de categoría amateurs como profesionales, en países donde el ciclismo es vanguardia.


Pasaron algunas temporadas, y todo parecía continuar del mismo modo, ningún equipo recogió el testigo y mucho menos hubo impulsos en este sentido motivados por las autoridades federativas. Hay veces que lo que no sucede por la vía de la persuasión o incluso una proyección institucional programada, termina sucediendo prácticamente en forma espontánea y por la vía de los hechos. Tal es así que días atrás me llega la noticia e invitación al lanzamiento del equipo ciclista BROU-FLORES. Llamado a ser el primer equipo con un modelo de gestión similar a los equipos de categoría Continental, pero sin llegar a tanto, equiparado a cualquier equipo de categoría amateur europeo, donde la denominación o nombre fantasía del mismo sería la del o los patrocinadores principales. Y esto me pareció sencillamente espectacular; hay veces que lo obvio, por ser tan esperado, termina siendo festejado como inusualmente extraordinario, y este fue el caso.


Detalles más, detalles menos, lo anecdótico cuenta que a partir de una idea del presidente de la principal entidad bancaria de nuestro país, Ec. Fernando Calloia, surgió el impulso e intención de formar un equipo en nuestro país y con estas características, principalmente en cuanto a los elementos de imagen y la capacidad de comunicar una marca tal como lo hacen los bancos europeos con sus respectivos equipos ciclistas: Saxo Bank, Rabobank, Credit Agricole. Al parecer, algún viaje al exterior le mostró lo que estas grandes entidades financieras europeas invierten en este deporte, y a partir de ahí se hizo la luz.


Los dirigentes de nuestro ciclismo, año tras año, invierten una energía incuestionable en lograr la tan necesaria financiación de un equipo ciclista; y para ello se ven obligados a golpear varias puertas para llegar a reunir un presupuesto que sustente una temporada. Ahora bien, y lo hemos dicho antes y lo repetimos una vez más, al parecer estos dirigentes no ven posible ni negociable la posibilidad de relegar o incluso dejar de lado el nombre de la institución que jurídicamente ampara ese proyecto. Están aferrados a que el nombre del Club Ciclista Tal o Cual siga siendo prioritario por sobre la marca del patrocinador que aporta el presupuesto. Y esto es de profunda ignorancia y rayando lo aberrante.


Muchos no logramos entender esta dinámica obsoleta de pensamiento, a la cual se ajustan casi el cien por ciento de las instituciones, y por lo cual estoy en condiciones de asegurar que es una de las grandes trabas que impiden el crecimiento del ciclismo uruguayo. Si hay un patrocinador que cubre gran parte del presupuesto, el equipo debe tomar su nombre y se debe transformar en un vehículo de comunicación de marca, absolutamente en bloque. Sin más vueltas. El nombre de Club Ciclista Fulano, si se quiere, ha de quedar como soporte jurídico, tanto sea en el orden legal como federativo. Y su uso se equipararía a la razón social de una firma comercial cualquiera, en donde muchas veces ignoramos su existencia ya que lo que nos resulta conocido es el nombre fantasía.


¿Por qué acá, esto es tan difícil de entender y de aplicar?


Roberto Lafluf, CEO de AVISA –agencia de publicidad que asesora la inversión del BROU en esta como en otras áreas- me comentaba del gran entusiasmo y la plena confianza en este proyecto que han depositado tanto las autoridades de Banco República como de la otra parte asociada, que no es más ni menos que la Intendencia Departamental de Flores. Un proyecto innovador para nuestro medio y que debería llegar para generar un punto de inflexión, un antes y un después a partir del equipo BROU-Flores. Este hecho debería convertirse en un ejemplo cristalizador de nuevas inversiones, las cuales irían a alojarse en otros equipos de similar o superior magnitud. Ahí nos encontraríamos con un pelotón donde las marcas comerciales plantearían competencia en un escenario nuevo, ocupando de aquí en más las distintas clasificaciones, y redoblando esfuerzos e inversión para intentar lograr una mayor notoriedad.


No me queda duda que esta debería ser la principal estrategia para captar una mayor inversión publicitaria en nuestro deporte. Y cuando digo esto, no me refiero solo a los equipos, me refiero a todo este circo itinerante que mueve el ciclismo al igual que lo hace cualquier otro deporte. Si logramos agrandar la torta, muchos actores se verían beneficiados a la par. Los primeros; los medios.


Pero hoy vemos con asombro cómo se hace de la ignorancia, un culto sagrado.


Resulta que en todo este panorama, observo como el ciclista es el único que sobresale y no le queda otra que ser profesional hasta el extremo, aún para suplir las carencias que el medio le destina, pues de lo contrario queda en plena evidencia a puro golpe de pedal. Y lo evidente, en ciclismo, se nota y mucho. Tal es así que hoy por hoy en Rutas de América está compitiendo Francisco “Paco” Mancebo (CCT), un ciclista profesional campeón nacional de España en 2004 y por delante de Alejandro Valverde; que ha ocupado el podio del Tour de France de 2005, junto a Iván Basso y al mismísimo Lance Armstrong y ubicándose en 5 oportunidades dentro de los 10 primeros de la general. Y yo no veo que las diferencias con nuestros ciclistas sean tantas, no lo son, no al menos en este tipo de competencias de un semana y con predominio de terreno ondulado-plano. Es más, dada su calidad puede que al final se termine llevando el triunfo, pero seguramente si esto finalmente sucede, de seguro nuestros ciclistas no han de quedar muy lejos. Esto, para poner un ejemplo claro del gran profesionalismo y excelente nivel de nuestros deportistas.


Pero el ciclista termina siendo la excepción en este medio, a tal punto que contrasta duramente con lo improvisado del “entorno” de este deporte. Aquí todo es a lo que salga; y hay veces que sale, y otra tantas los resultados son un insulto a la inteligencia. Cuando me refiero a esta profunda exaltación a la ignorancia y la improvisación, me refiero a la supuesta prensa especializada. Radial, televisiva, escrita o de donde quiera que provenga el ataque nocivo. Gente que cobra por hacer su trabajo, y durante años lo viene haciendo muy pero muy mal. Porque la información que ofrecen carece del más mínimo rigor periodístico, y porque son una ofensa permanente al sentido común y a la inteligencia promedio.


Tal es así, que lo que antes yo señalaba a partir de la creación del nuevo equipo BROU-Flores, de las implicancias positivas que pueden resultar a futuro, del gran avance que significa; de todo esto la prensa especializada no mencionó ni medio. Ha sido tal el grado de indiferencia y brutalidad desmesurada, que se han empeñado en continuar mencionando al equipo como Club Ciclista Porongos, o Porongos de Flores. Me consta la inmediata acción del BROU, el cual por pautar en casi todos los medios que dan cobertura a la competencia, seguramente ha encontrado los mecanismos para intentar ejercer cierta presión y dar solución a este bochorno. ¡Qué hermosa bienvenida para el BROU a este deporte, por sobre todo de la prensa! Y eso que van prendidos en todas!


También es claro que mucho de culpa tienen los dirigentes del Porongos, ya que es muy obvio que están empeñados en que el nombre de Porongos no pase al olvido, ya que al inscribir el equipo en la competencia lo hicieron como Porongos De Flores (PDF) y no como deberían haberlo hecho, tal como fue la ida original del presidente del BROU. Ningún reglamento les impide hacerlo con el nombre fantasía o denominación de marca del patrocinador, aclaro. La cuestión de este entuerto de idas y vueltas se terminó zanjando casi en forma conciliadora, y al día de hoy los periodistas –que siguen sin entender ni medio- se refieren al “equipo BROU-Flores…Porongos”, como queriendo dejar contentos a todos. Al parecer hay alguien muy convencido de que el nombre “Porongos” debe figurar ahí, sí o sí.


Vale explicar que a esta institución, Club Ciclista Porongos, le cayó en suerte una inversión de 3 millones de pesos uruguayos sin mover un pie; y a falta de esfuerzo, falta de compromiso. Fueron tocados por el dedo mágico de la intendencia de Flores –justo es decir que los tenían cerquita- ya que dicha intendencia oficia de administrador y ejecutor de este proyecto, el cual está sujeto a renovación dentro de un año.


A todo esto me quedo pensando. Por suerte ha sido el Ec. Calloia quien ha comprado la idea solito y en el exterior, ha visto la posibilidad de llevarla a cabo en nuestro país y prácticamente ha convencido al resto; y de que casualmente la agencia de publicidad que maneja la cuenta del BROU es de un hombre que ama este deporte y de profundos conocimientos. Y por la sumatoria de estos dos factores así como la energía que le mete la Intendencia de Flores, este proyecto tarde o temprano será un éxito. Ahora bien, yo no me quiero imaginar este panorama si en lugar del BROU, Calloia, Lafluf, Castaingdebat, etc., estuviésemos hablando de un proyecto donde hubo que convencer a una firma cualquiera para que invierta en un equipo ciclista, donde hubiese que convencer a ejecutivos de una agencia de publicidad, que no tienen por el ciclismo ni mucha confianza ni mucho menos idea, que desconocen su potencial y hasta en la mayoría de los casos harían otra recomendación para tal inversión de dinero. Pienso en una situación así y solo estoy seguro de algo, de que nos avivamos de una vez o bajá la cortina y dedicate a otra cosa. Porque con esta gente como cara visible, haciendo prensa y por sobre todo “cortando el bacalao”, estamos en el horno. Sin duda que tendremos que madurar mucho en estos aspectos.


Ahora bien, como al parecer de algunos, los amantes del ciclismo somos una legión de tontos e ignorantes, seguiremos viendo como dirigentes y periodistas se creen intocables y no están sujetos a crítica alguna. Seguiremos creyendo que ese estilo de relato radial barroco aplicado a la televisión, gusta y vende. Seguiremos soportando que pronunciar mal los nombres, apellidos, denominación de equipos, sea moneda corriente y esté bien. Seguiremos soportando que la impronta Jurassic Park reine en las trasmisiones radiales y sean más jornadas folclóricas que deportivas. Total, el ciclista es sufridor. Pero por sobre todo seguiremos viendo como a esta gente que hace prensa, solo le importa lo que ofrecen varias noches de una semana fuera de casa, y para colmo en carnaval. Al parecer, es más importante tomarse esto del ciclismo en joda en lugar de leer un poquito más e informarse de verdad, para no quedar tan en offside y ofreciendo un panorama tan paupérrimo.


El día que el ciclismo leve anclas –léase esto como una renovación total del staff periodístico y de algunos dirigentes de iguales características intelectuales- estaremos sí, con un destino más esperanzador y un rumbo cierto. Mientras tanto, algún que otro golpe de suerte como esto del BROU-Flores, nos otorga un poco de aire nuevo y son nuestra gloria del día.


La verdad, estimado periodista, no entendiste un porongo…